«Talión» de Santiago Díaz

Marta Aguilera, una periodista comprometida con su oficio, recibe una noticia que cambiará su destino: un tumor amenaza su salud y apenas le quedan dos meses de vida. Sin nada que perder ni nadie a quien rendir cuentas, Marta siente que la realidad es un lugar amenazante y decide ocupar el tiempo que le queda impartiendo JUSTICIA.

En una carrera contrarreloj por su propia vida y contra la inquebrantable inspectora Daniela Gutiérrez, Marta Aguilera tratará de aplicar su particular ley del talión.

Un thriller impactante y distinto a todos los demás. Una novela que leerás como si tú mismo fueras el protagonista.

Formato: Tapa dura / Epub
ISBN: 9788408186076
Año de edición: 2018
Precio: 19.90€ / 12.99€

"[...] ¿Qué narices se puede hacer en dos meses? Eso no es nada, un maldito suspiro. [...] Enseguida pienso en mi muerte y me aterra imaginar que pueda ser una degeneración progresiva que me tenga durante semanas paralizada, ciega y encadenada a unos enormes pañales. Será un suicidio, lo tengo claro desde este primer segundo, pero no sé si tirándome desde una azotea o devorada por leones en África mientras los turistas lo graban con sus teléfonos móviles. Eso, al menos, tendría millones de visitas en YouTube".

Comencé a leer Talión más por curiosidad que por otra cosa. No me atraía ni el título ni la portada, cosas en las que me fijo siempre cuando elijo lectura. Tenía muchas expectativas y quizás esto jugó en su contra. Me enganchó cuando comencé a leerlo y para qué negarlo, con cada página me animaba más y confirmaba eso que había escuchado tantas veces, que era adictivo.

La idea principal me encantó y la protagonista, más todavía. Eso de hacer justicia según tu criterio y a tu manera y elección, hay que reconocerlo, es muy atractivo. Claro que luego entran en juego otras consideraciones, de tipo moral por ejemplo y ya no nos parece todo tan bonito y divertido. Es un tema que invita y mucho al debate. También es cierto, que, puestos en situación, tendríamos que ver si somos capaces de hacer lo mismo que la protagonista y no sé si podría. Una cosa es decirlo, imaginarlo en un plano de ficción como es esta novela y otra muy distinta ejecutarlo, complicado.

A medida que leía batía palmas, literal. No podía estar más de acuerdo con la protagonista y hasta me hice una lista de las personas a las que les haría lo mismo de estar en el lugar de la protagonista. Fue una experiencia curiosa, desde luego.

La historia llevaba muy buen ritmo, se embrollaba más cada vez y en más de una ocasión me sorprendió el giro que dio todo, tan sorpresivo e inesperado. Pero, aun así, me ha faltado algo.

A partir de un punto empezó todo a caer. La trama comenzó a aburrirme y todo empezó a parecerme muy previsible y lineal. ¿Cómo había comenzado tan bien y de repente había caído en picado la historia? No lo entendía. Y es que, de forma paralela a la trama principal, tienen lugar otras subtramas que están estrechamente relacionadas con esta, pero a mi particularmente, me sobraron aburrieron bastante.

Quizás de haber sido estas más cortas, no me hubiese pasado esto porque la trama lleva muy buen ritmo, pero cada vez que llega a un nuevo capítulo es como si comenzaras a leer cada vez un libro nuevo y luego volvieras al libro anterior. Son interrupciones que a la novela en general le restan bastante. Es como si fuera corriendo y de repente apareciera un obstáculo que me entretiene unos minutos y luego puedo reanudar la marcha para pasados unos minutos encontrar otro obstáculo y así hasta el final, se hace largo y tedioso.

Sin contar con que muchas cosas me resultaron algo forzadas o poco creíbles y cogidas por los pelos. Desde mi punto de vista, podría haber sido una lectura redonda porque la idea es muy buena y diferente, aunque no muy bien estructurada. Desde mi punto de vista es una novela entretenida, sin más.