En la actualidad estamos viviendo una especie de revolución de las tallas grandes, y parece ser que muchas firmas se están olvidando de las “tallas medias”.
Las tallas mínimas han sido ensalzadas en los últimos años como si las tallas superiores fueran unas “parias”, pero en la actualidad, las firmas y diseñadores están haciendo esfuerzos de titanes para satisfacer a las tallas más grandes, que siempre han tenido más dificultades a la hora de encontrar prendas de moda adaptadas a su talla.
¿Qué ocurre con las tallas medias?
Y es que la moda es pura contradicción, mientras que en las pasarelas y los fotógrafos de moda prefieren unas modelos casi esqueléticas, hasta el punto de decir No a modelos como Jourdan Dunn, simplemente por tener “demasiado pecho” o como Kate Moss a la que le han llegado a llamar “gorda”, en las tiendas las tallas grandes se han convertido en las triunfadoras.
Pero ¿qué sucede si no tienes una talla 36 o una 46? Es como si las mujeres que tenemos una talla entre la 38 y la 44, es decir, “tallas medias”, no existiéramos…
Se ha luchado por terminar con la tiranía de una delgadez extrema pero esto ha llevado a ensalzar a las modelos con tallas plus size…
Algo que está teniendo efectos positivos, ya que ha sacado de la marginalidad a las tallas grandes, pero que ha provocado un efecto no deseado, porque o solo vemos mujeres muy delgadas o muy gruesas…
Y es que resulta que las mujeres que nos encontramos entre las tallas 38, la 40, 42 o 44 llegamos a no sentirnos representadas por la moda actual, cuando nuestra figura muestra unas “tallas medias”.
Pero las famosas tampoco nos ayudan a popularizar un canon de “normalidad”. Muchas oscilan entre tallas ínfimas como es el caso de Sarah Jessica Parker, Nicole Richie o Eva Longoria, sin embargo, Mariah Carey que tiene una talla americana de 8, se la cataloga como “gorda”, cuando en la realidad, lo que no se adecua a su talla son sus estilismos porque ella está en un peso más que aceptable…
Pensad por un momento, que en su día, la gran Marilyn Monroe tenía una talla 8, la 38 europea…
Como conclusión, las redactoras de Estilos Sin Tilde sacamos en claro que a pesar de sus esfuerzos, la moda siempre se termina por dejar a alguien olvidado en el camino.
La asignatura pendiente de la moda para el 2014, debería ser la de reivindicar a las desatendidas tallas entre la 38 y la 44.