Revista Decoración
Taller de Ilustración ESCARABAJO DE PAPEL . Cuento "Caipora, el padremonte" Brasil
Por Anrimi @Cartagen1MirianEs un mito que existe en el Brasil en diferentes versiones, personaje fantástico y cruel con los que no le atienden. Algunas veces lo representan como una mujer de un solo pie, o como un campesino encantado que fuma pipa o también como un hombre peludo que cabalga sobre un puercoespín, o un cazador de pelos verdes y pies volteados hacia atrás. La palabra Caipora viene de la lengua Tupi y significa habitante del bosque.
La estudiante que ilustró este cuento tiene 11 años su seudónimo es Zombierella; con tres colaboradores que pintaron con lápices de colores y pasteles secos.
A continuación las ilustraciones con su respectivo texto, que es la idea principal del párrafo:
Todas las mañanas los compadres Toño y Chico iban a cortar leña en el monte.
El compadre Toño cortaba las ramas más bajas para no dañar la naturaleza, en cambio el compadre Chico quebraba ramas sin necesidad y, algunas veces mataba a un animal para practicar la puntería.
Un día el compadre Toño fue solo al bosque y sintió que todo era diferente, había un viento frío y un silencio raro. Apretó el mango del machete ya que era difícil distinguir algo en la noche oscura.
De repente vio una aparición un bulto oscuro, y detrás aparecían todos los animales del mundo ¡Era el Caipora, el Padremonte!
Era enorme, verde, parecía una planta que camina, con los brazos muy largos, hocico de zorro y orejas cortas. El leñador recordaba las historias de este personaje: que fuma tabaco, que persigue a los que dañan el bosque, que es castaño, pero este es verde.
Tenía los pies volteados: los dedos atrás y los talones adelante y sus huellas se imprimían al revés en el suelo. El leñador temblaba de miedo y el Caipora le preguntó con voz ronca ¿Tienes tabaco?
Toño con mucho miedo no podía hablar y con un ronquido sordo el Caipora le dijo ¿Tienes tabaco? Extendiendo su mano peluda. El leñador sacó un atado de tabaco y se lo lanzó.
Ese día regresó con la carreta cargada de buena leña, no sabía cómo lo había hecho, además con un sentimiento de alegría en el corazón y se puso a cantar.
Toño quemó la madera que estaba muy bonita para hacer carbón, la leña no acababa de quemarse y cuando la apagó el carbón centelló un brillo. Todos en el pueblo se quedaron admirados del carbón y le decían que vale mucho.
El leñador contó su encuentro con el Caipora que le dio tabaco y así ganó una fortuna. El compadre Chico supo de la fama de Toño y muy envidioso piensa ir al bosque a hacer lo mismo
Un día Chico fue al monte vio pasar a una extraña criatura de pies torcidos con un gran alboroto, le dijo al Caipora ¿Puedes darme de aquel carbón?, tengo mucho tabaco. El bicho se enojó de sus ojos salían chispas verdes de odio y lo agarró.Desde ese día apareció un nuevo espanto: un hombre vuelto al revés que vaga como alma en pena.FIN Hay ilustraciones muy bien logradas con una fuerte carga expresiva, además de una original forma de representar la figura humana en ambientaciones con atmósferas coloridas.Fuente:- Cuentos de Espantos y aparecidos, Coedición Latinoamericana . 2da edición.