Revista En Femenino

Taller educar sin gritar semana 6

Por Mamadverdad
taller escucha activa
El ejercicio que nos propone Nuria esta semana " Lo mejor del día" aparentemente puede parecer muy sencillo pero a la hora de la verdad no somos conscientes del todo de ello.
Vamos con nuestra rutina diaria y preguntamos a nuestros peques ¿qué tal el cole? pero muchas veces no hacemos una escucha activa. Ellos nos responden "muy bien mamá, mira que dibujo he hecho" y nosotros casi sin mirarlo contestamos "qué bonito hijo, venga date prisa que llegamos tarde".
Tampoco es cuestión de que nos pasemos tres horas hablando del dibujo, pero sí que realmente le escuchemos. Para nuestro hijo es importante ese dibujo que ha hecho si no, no nos lo diría. Si esto lo hacemos a menudo con el tiempo no podremos quejarnos de que nuestros hijos no nos cuentan sus problemas.
Si desde pequeños atendemos su necesidad de ser escuchados, según vayan siendo mayores seguirán contándonos cosas. Ya no hablarán de dibujos, pero hablarán de otros temas que si hemos hecho bien nuestra "tarea" como padres, escuchándoles desde pequeños activamente, lo harán y nos lo contarán porque saben que serán escuchados. Cuando mis hijos sean mayores, quiero que sientan que pueden contarme lo que quieran porque voy a estar ahí escuchando. No puedo pretender que cuando lleguen a la adolescencia me cuenten sus problemas cuando no lo he hecho cuando han sido más pequeños.
Les hacemos creer que no entendemos sus "asuntos", o que no les damos importancia. Nuestros hijos necesitan que confiemos en ellos y necesitan de nuestra confianza. Eso sólo se consigue con una buena comunicación y una buena escucha activa. 
Una vez que se rompe la confianza por algún motivo cuesta mucho más volver a confiar. Ganar la confianza de otra persona es difícil, perderla puede ser fácil, pero recuperarla una vez que se ha perdido es mucho más complicado. No perdamos la confianza que nuestros hijos tienen en nosotros.
Si no lo hacemos cuando son pequeños cuando son mayores es más difícil aún.
Vamos a escucharles cuando nos cuenten algo sin juzgarles y sin quitarle importancia. Vamos a mirarles a los ojos cuando tengan algo que decirnos, a ponernos a su altura, a contactar con ellos cogiéndoles la mano, o tocando su hombro. Son nuestros hijos, vamos a darles todo el derecho a expresarse para que se sientan importantes. Qué puede haber más importante para nosotras que nuestro hijo contando qué es lo que le ha pasado en el cole.
De verdad, es más importante eso que nuestra discusión en el trabajo, o la conversación del móvil sobre los planes del fin de semana.

Vamos a escuchar activamente a nuestros hijos.Vamos a estar ahí para cuando necesiten que estemos.Vamos a ejercer de padres. Somos sus padres. Sus referentes.


No podemos pedir a nuestros hijos que nos hagan caso cuando nosotros no se lo hacemos a ellos. 
¿Cuántas veces te habla tu hijo para decirte algo, lo que sea, pero para él es importante, y tu estás con el móvil?.
¿Cuántas veces le dices algo a tu hijo, lo que sea, pero para ti es importante, y tu hijo está jugando?

Se ve claro, ¿verdad?
Nos dedicamos a pedir porque como somos sus padres abusamos de autoridad en ocasiones, pero se nos olvida todo lo que podemos darles.
No me voy a cansar nunca de repetirlo, nuestros hijos nos imitan, si no damos, ellos no nos van a dar. Si sienten lo que significa recibir, va a salir de ellos mismos dar.
Hacer una escucha activa mejora su autoestima. Algo que es fundamental para tener un buen crecimiento personal. Nosotros como padres vamos dando forma a la autoestima de nuestros hijos. Según se sienten valorados, queridos y aceptados van a su vez dando forma en su mente de su propia imagen. Algo que les hará actuar de distinta forma en su vida adulta según el tipo de imagen que se hayan formado. 
La autoestima que tenemos nos hace vivir la vida de una o de otra manera. Si nos sentimos queridos y valorados, tendremos una autoestima más alta que desarrollará aptitudes y habilidades en nuestras relaciones personales, que nos permitirán mejores relaciones y nos capacitarán para gestionar cualquier momento que pueda suponer un problema de manera más fácil y rápida sin dejarnos bloqueados o con el problema siempre a nuestra espalda.
Con esto no quiero decir que tengamos que cambiar a nuestros hijos, transformarlos en algo que no son. Lo que quiero decir es que no podemos limitar el desarrollo de si mismos por hacer nuestros propios juicios de valor y por quitarles oportunidades en las que puedan expresarse por miedo a nuestra opinión o reacción. 
Vamos a darles libertad mientras les ayudamos a volar.
Si escuchamos activamente a nuestros hijos, no sólo cuando nos quieren enseñar ese dibujo del cole, sino también cuando están enfadados seremos capaces de dar soluciones en esos momentos de conflicto que se crean en ocasiones.
Si realmente somos capaces de ver cuál es el motivo del enfado, dejando a un lado el enfado en sí mismo, para ver el motivo, que aunque a nosotros no nos pueda parecer un motivo de enfado, pero que tenemos que ser conscientes de que para él sí lo es, seremos capaces de darles opciones para que ellos mismos decidan y ellos mismos soluciones.
Lo que quiero decir con esto es que si a mi hijo hoy no le gusta la comida que tenemos, soy capaz de entender que no le guste y escucho lo que me dice activamente. Seré capaz de darle opciones y decirle hoy tenemos pescado, que sé que no te gusta pero ¿que te parece si mañana eliges tu entre estas 2 comidas?. Seguirá sin gustarle el pescado, y seguirá queriendo comer otra cosa, pero se sentirá importante, valorado y querido porque le estamos entendiendo y dando la posibilidad de elegir. No imponiendo ni ordenando para que obedezca de una forma autoritaria.
Podemos hacerlo así, o podemos decirle, te comes el pescado porque está muy bueno y punto porque es lo que hoy toca de comida. Estará bueno, pero es que a él no le gusta. ¿Con qué opción te quedas tu?, también podemos elegir.
Con respecto a cómo me ha ido el ejercicio planteado por Nuria, tengo que decir que bastante bien. Esta parte sí la tengo bastante mejorada con respecto a hace meses cuando empecé con su curso. Les pregunto por su día, por su mejor momento y ellos me preguntan por el mío. Incluso no les he preguntado y ya me hacen ellos la pregunta para contarme su mejor momento del día. Es muy bonito tener una conversación con ellos de este tipo. Ellos sienten como te interesas por sus "cosas" y ellos también se interesan por las tuyas. 
Por lo tanto y resumiendo que ya se que me extiendo mucho:
-Escucha activamente, mirando a los ojos, con contacto y sin juzgar.-Conserva la confianza que tiene tu hijo en ti, no la pierdas nunca.-Valora a tu hijo, hazle sentir importante.
Si te interesa una educación basada en el respeto sin castigos pincha sobre la imagen y tendrás la información y lo que ha supuesto para mí el curso "Atrévete a educar sin castigos" 
Taller educar sin gritar semana 6
Si te gusta lo que ves en el blog puedes suscribirte y lo recibirás de forma cómoda en tu correo. Pincha sobre la imagen. Revisa tu bandeja de spam si no te llegan.
Taller educar sin gritar semana 6

Volver a la Portada de Logo Paperblog