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Taller Literario 4: Superar el Síndrome de la página en Blanco

Publicado el 06 marzo 2014 por Abanicodelibros @RafaelAlcolea

Taller Literario 4: Superar el Síndrome de la página en Blanco
A veces, cuando escribimos nos sentimos agotados, no nos gusta lo que hemos escrito; otras, simplemente no tenemos la inspiración adecuada para seguir creando o no sabemos cómo continuar.
Algunos de los trucos o técnicas que podemos utilizar en tan temidos casos son los siguientes:
1. Cuando sientas que pierdes el "norte" deberás relajarte y sentir que realmente tienes ganas de escribir, no por obligación, por terminar la historia. 
Primero deberías recordar qué era lo que querías contar, lo esencial de tu historia. Cuando lo tengas claro, podríamos organizar las ideas o acciones que deberas abordar para expresar esa idea "principal" de la que partiste. (Una especie de Guión).

2. Consulta a otra persona externa para que te de su visión del texto donde te has estancado. Así sabrás si el mensaje que querías transmitir va en el camino correcto. Esta persona podrá darte ideas sobre como continuar.

3. Podemos imaginarnos en el lugar de los personjes, lo que sentirías si fueses uno de los personajes. Puedes cambiar el momento en que empieza la escena en la que te atrancastes, tal vez empezando a contar por el final en vez de por donde lo querías enfocar en un principio. Siguiendo esta línea, también podrías cambiar el punto de vista del narrador. Si utilizas un narrador en tercera persona podrías incluir las impresiones de uno de los personajes que hablaría en primera persona, cambiando la percepción de la escena por completo.

4. Escribe una lista con las cosas que te gusta y no te gusta de tu historia. "Lluvia de Ideas". Escríbelas de manera fluída y sencilla. Después observa qué puedes utilizar para continuar con la historia.

5. Cambia de actividad: Ve una película o una serie, practica algo de deporte ( a mí me funciona muy bien salir a correr. Mi mente se libera y las ideas fluyen con total libertad. Lo malo es que deberás recordarlas cuando llegues a casa.)

6. Cambia de lugar: Escribe en otra habitación. Graba tus pensamientos y escúchalos más tarde,  da un paseo por la calle...

Espero que estos consejos os sirvan, a mí me funcionan. Sobre todo, no debéis preocuparos si vuestras musas os abandonan. Cuando más relajados estéis, volverán para sususrraros en el oído.


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