Talo con zurracapote
Basauri acaba de despedirse de sus fiestas patronales. Nueve días de festejos donde no ha faltado el buen zurracapote en las lonjas, las pancetadas solidarias y el popular talo en la plaza Arizgoiti. Gora San Faustoko Jaiak!
Para vivir las fiestas de Basauri, lo mejor es formar parte de una de sus 15 cuadrillas. Ogeta Bat me abre sus puertas. Vestida con falda y camisa azul, con mandil de cuadros rojos y blancos, un par de cascabeles, un pañuelo atado al cuello y unas albarcas en los pies, me preparo para disfrutar de estos días dedicados a San Fausto, patrón de esta localidad vizcaína. Ogeta Bat significa 21 y hace alusión a los 21 componentes que formaron la cuadrilla en el año 68. Ahora son muchísimos más.
Entramos en una de las lonjas de Basauri. Cuesta llegar hasta la barra entre tanta gente, pero logramos dejar nuestro porrón para que nos lo rellenan de zurracapote. Cada cuadrilla hace artesanalmente su "zurra" e invita a todos los vecinos y visitantes a probarlo, a cambio de la voluntad. Sus principales ingredientes son vino tinto, canela, limón, azucar y algún licor. El mejor de todos tiene premio, y aunque todos están riquísimos, hay alguno que se pasa con el limón. Eso sí, aquí sólo hay sitio para los porrones, nada de vasos ni de katxis. Lo mejor es beber del porrón, aunque tu ropa termine llena de manchas rojas. Forma parte de la fiesta.
Sin soltar el "botijo" de las manos, nos acercamos a la plaza Arizgoiti donde se celebra el Campeonato de lanzamiento de abarcas, una de las muchas competiciones que hacen las cuadrillas durante las fiestas. De fondo, la guitarra de Ariel Rot suena bajo las primeras gotas que anuncian una noche pasada por agua. No importa. Basauri está de fiesta y todo el mundo sale a la calle.
Si hay algo típico para comer en las fiestas de San Fausto, eso es el talo. Con una masa elaborada con harina de maíz, trigo, agua y sal, y cocinada a la planta, se sirve con diferentes rellenos: txistorra (chorizo), atzera (lomo) o tortilla de bacalao. Más de una decena de personas se juntan para preparar la masa y servirla caliente. Algo que se agradece para calentarnos las manos.
Basauri se despide ya de sus queridas fiestas con la esperada suelta de la Eskarabillera, un homenaje a las mujeres trabajadoras de comienzos del siglo XX, que recogían los restos de carbón que desechaban los trenes a vapor. Envuelta en globos, la cabeza de esta muñeca lleva consigo un mensaje escrito en varios idiomas con el fin de que quien la encuentre, la devuelva. En ocasiones se pierde su pista, pero en otras, llega a manos de algún europeo que asombrado ve caer la muñeca del cielo. Una vez llegó hasta Praga. Veremos hasta donde llega este año...