“Tambores de otoño” de Diana Gabaldon: sigo decidida a terminar la saga “Outlander”

“Tambores de otoño” continúa con la saga “Outlander” de Diana Gabaldon

“Tambores de otoño” es la cuarta entrega de la aclamada saga “Outlander” (o “Forastera” en castellano) de Diana Gabaldon. Llevo ya un año y medio con esta serie de libros y sólo voy por el cuarto libro porque, aunque me gusta bastante esta historia, reconozco que hay sagas que me resultan más interesantes y las cuales priorizo, pero me he propuesto seguir con las aventuras de Claire y Jamie y, hasta ahora, no me arrepiento. Si ya sabes de qué va la cosa puedes seguir con la reseña pero, si todavía no has leído los anteriores libros, puede que te destripe algún punto y será mejor que no sigas leyendo y vayas a mis reseñas de “Forastera”, “Atrapada en el tiempo” o “Viajera”. El que avisa no es traidor, es avisador.

En “Tambores de otoño” Gabaldon retoma la historia en el punto en el que la dejó en el tercer libro, con Jamie y Claire en el Caribe buscando una nueva vida ante la imposibilidad de regresar a Escocia. Pronto, la pareja decide probar suerte en Carolina del Norte, donde Jamie tiene una tía que les ayudará a empezar de cero y, junto con Ian, el sobrino de Jamie, construyen un nuevo hogar en el bosque, cerca de los campamentos de los indios, sus nuevos y peculiares vecinos. Una vez más, los amantes protagonistas se verán envueltos en peligros y aventuras relacionadas con viajes, enfermedades, recelos y ambiciones, siguiendo la dinámica de los libros anteriores. Sin embargo, la autora introduce un nuevo hilo argumental al mostrar paralelamente la vida de Brianna (la hija de Claire y Jamie) que continúa en su tiempo (1969) extrañando enormemente a su madre y sacudida por la lógica curiosidad de conocer a su padre biológico. La joven vuelve a coincidir con Roger y retoma su amistad y el creciente amor que van sintiendo mutuamente, pero pronto conocerá una noticia concerniente a sus padres en el siglo XVIII que le hará tomar un rumbo drástico en su vida y a hacer una locura.

Aunque en los libros de la saga “Outlander” suelen pasar un montón de cosas, a ratos resultan lentos. Sin embargo, “Tambores de otoño” me ha gustado más que los anteriores, imagino que porque rompe un poco la dinámica, alejándose de la civilización y sus intrigas para mostrar aventuras nuevas y frescas, ya que la trama empezaba a hacerse repetitiva con tanta cárcel, enemigos recurrentes y escenarios en ciudades importantes. Además, el personaje de Brianna empieza a tener un papel relevante en la historia con una serie de actos que le dan una nueva e interesante luz a los acontecimientos y el hecho de comprobar si el pasado puede o no cambiarse en algunos momentos para evitar ciertas consecuencias me ha parecido un elemento atractivo de la trama. También es cierto que la parte fantástica de “Outlander” en ocasiones está bastante cogida con pinzas, con demasiadas casualidades o elementos mágicos que hacen la historia demasiado inverosímil y que en esta cuarta entrega va más allá todavía de lo imposible, pero es un libro de ficción al fin y al cabo. Eso sí, creo que la autora debería haber cuidado más esta parte tan importante de la trama, para así conseguir una unión más sólida y creíble entre fantasía e historia.

Ya he comentado alguna vez que no me gusta la novela romántica al uso, pero esta saga que se considera dentro de este género tiene también mucho de novela histórica y de aventuras, y eso hace que sea interesante y me tenga intrigada por saber cómo seguirá (y la idea de viajar en el tiempo es un tema que me encanta en la literatura y el cine). Creo que continuaré con los demás libros a un ritmo similar al que he llevado hasta ahora, sin demasiadas prisas porque, además, creo que todavía la autora no  ha terminado esta saga. Tiempo al tiempo…

Y tú ¿Has leído algún libro de la saga “Outlander”?, ¿Has llegado a “Tambores de otoño”?, ¿Qué te parece este libro?. Cuéntame…

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