Tan cerca, tan lejos: rodeado de gente pero sólo

Por Ricardo Marín.

Con Tan cerca, tan lejos el director Cédric Klapisch nos trae una historia actual, en la que vivir en un mundo hiperconectado en ciudades con una gran aglomeración de personas te hace sentir solo, aislado. En la película conocemos la historia de Rémy y Mélanie, dos treintañeros que no encuentran su lugar en el mundo.

La película no es ambiciosa, quiere contar la historia de los dos protagonistas, y es lo que hace. Nos presenta a unos personajes con una serie de problemas que, a pesar de ser distintos, son más parecidos de lo que puede parecer en un principio.

El reparto es liderado por François Civil y Ana Giradot, en cuyas actuaciones se cimenta la película. Como secundarios destacan Camille Cottin y François Berléand como los psicólogos que atienden a los dos protagonistas; y Simon Abkarian como el propietario de una pequeña tienda de barrio donde compran los protagonistas.

'Tan cerca, tan lejos' es interesante, porque a ojos del servidor, cuenta una historia muy actual, en la que muchos jóvenes nos podemos ver metidos alguna vez, gracias al avance de la tecnología: estamos rodeados de amigos virtuales, podemos encontrar citas por internet, pero en la vida real nos sentimos solos, no mantenemos conversaciones, no conocemos gente nueva.

Rémy, un joven que trabaja en un almacén preparando y colocando paquetes, y Mélanie, una doctora que estudia al cáncer reciben dos buenas oportunidades: él es ascendido tras haber despedido su empresa a la mitad de sus compañeros, y ella es la encargada de la presentación de los datos recogidos en su estudio dirigida a los financiadores.

Sin embargo, ambos se encuentran desanimados, sin ganas de hacer nada, y con problemas de sueño. Al ir al médico, les recomiendan que vayan a ver a unos especialistas. Estos psicólogos harán lo posible para que salgan del pozo.

Los personajes tienen una gran evolución a lo largo de la película, y en gran medida esto es posible por las interacciones con los diversos personajes secundarios que aparecen en pantalla, a veces no más de una escena.

El sonido de 'tan cerca, tan lejos' nos establece que están en un ambiente urbano, en este caso París, a través de ruidos de coches, una estación de trenes y mucha gente por todos lados. Por su parte, la banda sonora de Loïk Dury y Christophe Minck convence al seguir la senda de la historia, con una música acorde a cada escena y que no hace más que profundizar en la sensación de soledad de los personajes.

Dentro de los aspectos técnicos de la cinta destaca el montaje , pues nos hace ver a ambos protagonistas (que son vecinos) compartir escenas sin interaccionar entre ellos, gracias a planos abiertos y a una cámara que sigue a los personajes.

Como conclusión podemos sacar una lección de vida. La película nos hace ver que por mucha tecnología que haya, y toda la facilidad que hay para conocer gente en las redes, necesitamos que haya personas físicas, de verdad, en nuestra vida, y esa es la moraleja de la película.