No pudo ser.
El Atlético de Madrid lo tuvo en la punta de las manos, a tan sólo 2 minutos del final del partido con el resultado a favor y el Real Madrid de la mano de Sergio Ramos consiguió el empate para los blancos que derrumbó tanto a los jugadores como a los aficionados rojiblancos.
Era Godín una vez más el que en una final nos ponía por delante en el marcador y nos dejaba tocar nuestra primera Champions con la punta de los dedos, pero la copa se esfumó en una prórroga que se sentenció con un resultado injusto para los del Cholo.
Una prórroga que consumió las fuerzas de los jugadores rojiblancos que fueron cayendo poco a poco cada minuto que jugaban. No podían más los jugadores que físicamente no aguantaron, llegando a ver incluso a Juanfran cojear por el campo y a medio equipo que no volvía atrás para defender su portería.
Dos cosas nos diferencian del equipo blanco: el saber perder (casi tan importante como saber ganar) y nuestra gran afición, esa que una vez acabado el partido se quedaron en las gradas cantando el himno como si la copa se fuera al Calderón, esa afición que agradece a su equipo el esfuerzo (frente a los aficionados blancos que abandonaron las butacas aún sin haber terminado la segunda parte).
Y es que si hay algo que puedo gritar con voz alta es que soy del atleti, con mucha honra y orgullo de un equipo que se ha dejado la piel en una temporada histórica, llena de buenas noticias y sensaciones que nos han hecho disfrutar como nunca.
Ahora gracias al Cholo y a sus jugadores (a los “coj…” de los jugadores) el Atleti ya no es el “pupas”, ahora es un equipo que le ha ganado la liga a los dos grandes, que los millones de diferencia no les ha servido de obstáculo, y es que la ilusión es más fuerte, y eso también da títulos.
La salida de Diego Costa en el minuto 8 de juego por lesión preocupó a todos sabiendo que quizá estábamos perdiendo a nuestro delantero para el Mundial de Brasil, el parte médico confirma una pequeña rotura, y ahora será Del Bosque el que tome la decisión de si el hispano-brasileño formará parte de la zaga de la roja.
Por último, me arrodillo a los pies de nuestro Capitán Gabi Fernández, guerrero no reconocido para la absoluta pero que es un señor tanto dentro como fuera del campo. A sus pies SR.Gabriel.
Ahora toca centrarse en el Mundial para ver qué papel jugarán nuestros representantes del equipo colchonero y esperar a los fichajes que están por venir. Señores, esto acaba de empezar.
Y es que no olvidemos que… “la historia se escribe latido a latido”.