Tan gemelos en dolor inapreciable ángeles derrotados zara...

Tan gemelos en dolor inapreciable
ángeles derrotados zarandeados
por el inexorable desagravio
tan solos heridos entre tumulto cotidiano
tan presos libres de lo mundano
y
tan sedientos del sudor mutuo
del reflejo en labios que se comen
las palabras del otro
de la piel adivinándose anhelo de un fuego
prometido
inevitable
mordiendo las cicatrices invisibles
cómplices en la querencia por los charcos
enjaulados en la hermosura de los ojos.