Las críticas negativas a los libros que tienen una trama previsible son frecuentes entre los lectores. Sin embargo, tal vez por el tipo de literatura que estoy acostumbrada a leer, no considero que la previsibilidad sea negativa. En primer lugar, porque cuando leo no pienso en el desenlace de la obra, sino en lo que me aportará a lo largo de su desarrollo, es decir, cómo está contada la historia.Hay infinidad de novelas cuyos finales están más que cantados (sin ir más lejos, el chick-lit y el romance paranormal con sus happy-endings), pero aun así tienen interés porque cada autor esboza los personajes a su manera y decide cómo orientar las relaciones entre ellos. Por ejemplo, tanto Crepúsculo como Vampire Academy terminan tal y como se esperaba en el tema romántico; no obstante, los recursos que sus respectivas autoras emplean a lo largo de las sagas son prácticamente opuestos. En esto se demuestra que no todo es un remate sorprendente, sino que en un libro hay mucho, muchísimo más.
De todas formas, también considero que esta apreciación depende bastante del género al que pertenezca cada obra. Si hablamos de un thriller o una novela policíaca, resulta conveniente que haya giros inesperados y el lector tenga dudas acerca de la identidad del delincuente. En cambio, en una historia que narra la vida de una niña de una familia pobre, como Un árbol crece en Brooklyn, esperar una conclusión impactante me parece totalmente fuera de lugar.
En definitiva, por mucho que el desenlace influya en la sensación que el libro deja en el lector, el hecho de que sea predecible no debe juzgarse mal porque una creación literaria tiene valor por otros muchos aspectos, como el estilo narrativo, la caracterización de los personajes y la capacidad para mantener el interés con diversas tramas o giros interesantes. ¿Qué opináis vosotros?
