Tanabata, también llamada Festividad de las estrellas, es una celebración japonesa que proviene de la tradición china Qi xi o La noche de los Sietes. Corresponde a la cuarta de las cinco festividades estacionales (Gosekku).
Las raíces de esta costumbre se hallan en una antigua leyenda China que llegó a Japón durante el período Nara, alrededor del año 750. La leyenda cuenta que la princesa tejedora Orihime, hija del Rey Celestial Tentei, pasaba sus días tejiendo a orillas del río Amanogawa (Vía Láctea) para complacer a su padre con su trabajo. Su ardua faena no le permitía enamorarse y elegir un pretendiente. Su padre, al notar su tristeza, acordó un encuentro entre ella y el pastor Hikoboshi que vivía del lado opuesto del río. El amor a primera vista que surgió ese día los llevó al altar. Una vez casada la princesa descuidó su labor y, a su vez, el pastor desatendió su ganado que terminó desparramándose por el cielo. Tentei, en un acto de furia intensa separó a la pareja a cada lado del río prohibiéndoles que se vieran. Las lágrimas de Orihime lograron que Tentei les hiciera una pequeña concesión permitiéndoles verse el séptimo día del séptimo mes lunar del calendario lunisolar, bajo la condición de que la princesa hubiera terminado su trabajo. Pero no existía puente alguno para cruzar el río por lo que Orihime volvió a llorar. Una bandada de urracas que escuchó su llanto prometió pasar cada año para ayudarlos a reunirse construyendo un puente con sus alas siempre y cuando no lloviera. Si el séptimo día del séptimo mes amanece lluvioso los amantes deben esperar al próximo año.
Cuándo se celebra Tanabata
Originalmente, Tanabata se basaba en el calendario lunisolar japonés, que se encuentra un mes por detrás del calendario gregoriano. Como resultado, en algunos lugares se celebra el 7 de julio, en otros el 7 de agosto y en pocos poblados cambia la fecha respetando la tradición original, según cuándo caiga el séptimo día del séptimo mes del antiguo calendario lunisolar.
La celebración en la actualidad
Según la leyenda, el reencuentro provoca tal felicidad en los amantes que conceden deseos a todos aquellos quienes los pidan. Siguiendo esta creencia, en Japón se suele festejar Tanabata escribiendo deseos en tiras de papel u origamis que luego se cuelgan de ramas de árboles de bambú. Cada forma diferente de decoración sobre la cual se escribe el deseo contiene un significado distinto. Así, las tiras de papel propician la buena caligrafía y los estudios, y las gruyas de papel la seguridad familiar y la salud.
Ya que las estrellas sólo aparecen de noche, la celebración suele ser nocturna. Las casas aparecen decoradas con franjas de papel de distintas tonalidades con deseos escritos en forma de poemas; los jardines, espacios públicos y cada árbol de bambú de la comunidad se llenan de colores y enormes serpentinas que imitan a las estrellas de la Vía Láctea. En las calles abundan las ferias y los cielos se cubren de fuegos artificiales. La imagen debajo, perteneciente a Simon Cumming, ilustra un típico día de Tanabata.
Al finalizar Tanabata, las decoraciones y las ramas de bambú se colocan a flote sobre el río con la intención de que las peticiones lleguen al río celestial de la Vía Láctea para ser contestadas volviendo los deseos realidad. Sin embargo, cada zona tiene sus propias costumbres y en algunos poblados las decoraciones se queman en vez de entregarlos al río.
La imagen de portada y la primer fotografía del artículo pertenecen a Yuki Yaginuma.