Casi siempre han habido polémicas a la hora de publicitar un producto dirigido a niños. Sin ir más lejos, los juguetes son uno de los tipos de producto más difíciles de anunciar aquí en España, ya que están sujetos a muchísimas normales legales que se deben cumplir (por ejemplo, que hayan avisos en los spots que pongan que el escenario no es real, que no incorpora pilas el juguete etc.).
En alimentación infantil la cosa no cambia. En los últimos años los anuncios de bollería industrial y algunas bebidas han estado bajo la lupa de la ley, evitando que los niñ@s pidan muchas veces este tipo de productos. Sin embargo, se encuentran excepciones como la de Tang que te hacen reflexionar.
La conocida marca de bebidas (si no os acordáis, fabrican unos polvos que mezclados con el agua se convierten en refresco) ha lanzado una acción no convencional dirigida a niños. En un parque de atracciones, los niños podían poner su vaso de agua en una montaña rusa, añadir el polvo de Tang y dejar que la atracción hiciera todo el trabajo de mezclar los ingredientes.
Me parece que es una idea muy original que ha sabido utilizar la exageración para hacer una campaña creativa. Sin embargo, me hace reflexionar sobre si hay que proteger más al público infantil para que no se deje influenciar también por este tipo de acciones. A lo mejor, lo más prudente habría sido segmentar hacia el público adolescente más adulto.
Vosotros ¿Qué pensáis? ¿Es mejor fomentar este tipo de acciones entre los niños o por otro lado, debemos protegerlos de la persuasión de este tipo de tácticas?
Revista Comunicación
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