Las proezas parecen pocas cuando se trata de seducir a una mujer, especialmente si es argentina. No sé por qué.
Al varón suele no alcanzarle con mostrar su talento hecho simpatía y solvencia económica. Tampoco parece alcanzarle ninguna de esas capacidades extrañas como la de conocer los misterios de la conjetura de Poincaré, o haberse anticipado a las profecías mayas, o conocer el horizonte en el que se detiene la carrera entre Aquiles y la tortuga. Tampoco alcanza, lamento decirle, con dominar el lance del azar, ni la inocencia, ni la impunidad, ni la tolerancia, ni la impaciencia, ni la imprudencia, ni el as de espadas, ni el cuatro de copas, ni la mirada devastadora.
Es probable que necesite usted de todo eso y aún más… Su única aliada es la Insistencia.
Creo que estos videos son una buena metáfora de la seducción. Representan la dificultad que encierra el lance… y todo por un beso, o una sonrisa, apenas.