Tania Roja y el lobo capitalista feroz

La nueva generación de políticos de la izquierda radical española fueron creados por las televisiones, como la que pretende ser líder de Izquierda Unida, y que ya es importante en Madrid, Tania Sánchez, tan vendedora de teletienda como su pareja estable, el pequeño Pablo Manuel Iglesias, fundador de Podemos. 

Tienen tan buena o mejor imagen que muchos presentadores profesionales, y su vida está sólo ante las cámaras, sin presencia personal ante la gente. 

A estos personajes virtuales debemos observarlos como harían las generaciones anteriores: como figuras también virtuales de los cuentos antiguos. 

Hablemos, pues, del caso de “Tania Roja y el lobo capitalista feroz” al recordar que esta nueva Pasionaria promete quitarle a los ricos lobos feroces sus bienes, a pesar de haberse montado ella su propio capital extractivo de las ubres públicas. 

El caso de Tania Roja es el de la casta extractiva comunista de los Sánchez, que nunca produjo nada fuera de los sueldos fijos del ayuntamiento en su pequeña ciudad de Rivas Vaciamadrid, a 20 kilómetros de la Puerta del Sol. 

Esta Infanta de Rivas tiene un poder hereditario parecido, salvando las distancias, al de otra casta real comunista, la de Kim Il-Sung, su hijo Kim Jong-Il y su nieto Kim Jogn-Un, de Corea del Norte.

El padre, de oficio agitador político, se hizo concejal de Rivas. Luego enchufó a sus hijos en el ayuntamiento, y desde allí la familia consiguió pisos protegidos con los que especularon, y contratos por 1,3 millones de euros para un hermano, jefe de una cooperativa quebrada. Verdaderos padrinos inmobiliarios.

La empresa estaba domiciliada en casa del padre, quien, como Tania, dice no saber nada: la casita escondida del bosque que además daba cursos de tambor a los que ella asistía a veces como alumna. 

Los líderes de estas izquierdas sólo han trabajado gracias a sus nóminas extraídas de nuestros impuestos, por lo que recordemos al romántico Bécquer y algo al materialista Marx: ¿Qué es Capitalismo? ¿Y tú me lo preguntas? El lobo capitalista feroz eres tú, mi amol.

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SALAS