Revista Política

Tania Sánchez (II)

Publicado el 06 diciembre 2014 por Alejandropumarino

Tania Sánchez (II).

Poco después de conocerse que el actual alcalde de Rivas Vaciamadrid –entonces concejal–, Pedro del Cura, había unido de forma ilegal dos viviendas de protección oficial en la calle José Luis Sampedro de la localidad, se supo que varios familiares del edil poseían pisos en la misma urbanización. Sin embargo, no sólo los parientes de Del Cura resultaron agraciados con estos hogares protegidos, también una veintena de cargos y amigos del concejal o de Izquierda Unida son vecinos en la misma urbanización.

Así, si el dúplex que el actual regidor unió a su vivienda pertenecía a su madre, María Antonia Sánchez, su padre, Pedro del Cura Burgueño, también es propietario de otro apartamento en la misma edificación. Esto en sí supone una irregularidad, ya que María Antonia y Pedro todavía estaban casados cuando les concedieron los pisos y, según la normativa vigente, una misma unidad familiar no puede disponer de más de una casa de protección oficial. Al respecto, Del Cura afirmó, en la rueda de prensa en la que reconoció la ilegalidad de las obras en su piso, que la vivienda de su progenitor era una donación de su abuela.

Pero sus padres no son los únicos que lograron una vivienda en la calle José Luis Sampedro de Rivas Vaciamadrid. Sus hermanas, Tamara y Marta del Cura Sánchez, también son vecinas de la urbanización –en dos casas distintas– y tanto su ahora ex pareja, Sara Jorquera, como su hermana, Ana Isabel, son adjudicatarias cada una de un piso en el mismo portal. De hecho, Sara aprovechó la misma maniobra de Del Cura para, mediante una licencia de obra menor, reformar su vivienda“.

Tal da la sensación de que ciertas zonas de Fivas Vaciamadrid son un gueto de Izquierda Unida, cuyos simpatizantes o militantes tienen una suerte común en que se les adjudiquen las viviendas de referencia. Circula por la red un chascarrillo sobre Dª Tania, muy “ad hoc”:

Tania Sánchez (II).

La ideología y las relaciones personales poco tienen que ver con los intereses propios, haciendo buena la frase bíblica: Al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios.


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