Este es el refrán del justo medio, y sirve para reprender el exceso o defecto en lo que se hace o dice, aconsejando que se huyan los extremos, pues como dice Lope de Vega:
-Señales son del juicio ver que todos lo perdemos.
-Unos por carta de más, otros por carta de menos.
Bueno y prudente es el consejo, y Fray Luis de Granada nos lo recomienda muy eficazmente en el tratado de la doctrina cristiana; mas hay que andar con pies de plomo al aplicarlo, y no tomar el rábano por las hojas; pues con el tal justo medio suelen hacerse muy lindas entruchadas. Ocasiones hay en que no se puede pecar por carta de más, y ocasiones en que tampoco puede pecarse por carta de menos. Un solo ejemplo valga por todos. Unos somos católicos con el Papa y con el Syllabus, otros no son católicos ni con el Papa ni con el Syllabus, y así lo declaran sin tapujos ni rodeos, y lo tienen a mucha honra; pero hay otros, el diablo cargue con ellos, que son católicos sin las exigencias de Roma y sin las exageraciones del Syllabus, a saber, católicos que no quieren pecar por carta de más ni por carta de menos. Ni al vado, ni a la puente.
No se dejó engatusar don Quijote como esos pobres católicos de medio pelo, que intentan dictar reglas de prudencia y de buen vivir al Concilio Ecuménico. "En esto de acometer aventuras, créame vuesa merced, señor don Diego, que antes se ha de perder por carta de más, que de menos, porque mejor suena en las orejas de los que lo oyen: el tal caballero es temerario y atrevido, que no: el tal caballero es tímido y cobarde."
Cuando la Duquesa preguntó al Duque si sería bien ir a recibir a la Dueña Dolorida, pues era condesa y señora principal, Sancho se apresuró a responder que por lo de condesa debían salir a recibirla; pero que por lo de dueña era de parecer que no se moviesen un paso. "¿Quién te mete a ti en esto, Sancho? dijo don Quijote. ¿Quién, señor? -respondió Sancho: yo me meto, que puedo meterme, como escudero que ha aprendido los términos de la cortesía en la escuela de vuesa merced que es el más cortés y bien criado caballero que hay en toda la cortesanía, y en estas cosas, según he oído decir a vuesa merced, tanto se pierde por carta de más como por carta de menos: y al buen entendedor pocas palabras".
Cuando la Duquesa dijo a Sancho que corría a su cargo el regalo del rucio y que lo pondría sobre las niñas de sus ojos, Sancho contestó: "En la caballeriza basta que esté, que sobre las niñas de los ojos de vuestra grandeza, ni él ni yo somos dignos de estar un solo momento, y así lo consentiría yo como darme de puñaladas: que aunque dice mi señor que en las cortesías antes se ha de perder por carta de más que de menos, en las jumentiles y asininas se ha de ir con el compás en la mano y con medido término."
Al ver don Quijote el denuedo con que Sancho se metia entre las hayas para abrirse las carnes con el poderoso y flexible azote, le dijo: "Mira, amigo, no te hagas pedazos, da lugar que unos azotes aguarden a otros, no quieras apresurarte tanto en la carrera, que en la mitad della te falte el aliento, quiero decir, que no te des tan recio, que te falte la vida ántes de llegar al número deseado, y porque no pierdas por carta de más ni de menos, yo estaré desde aparte contando por este mi rosario los
azotes que te dieres."
La Colección de Iriarte es la única en que me consta que figure este refrán. Iriarte dice:
-Tanto se peca por carta de más, como por carta de menos.
La Academia y Covarrubias lo consideran simplemente como frase. Pero es exactamente igual a éste, el adagio:
-Tanto es lo de más, como lo de menos.
Este adagio se lee en la Colección del Comendador, y que también usa Cervantes, bien que en un diverso sentido. "Vos, hermano Sancho, dijo Carrasco, habéis hablado como un catedrático; pero con todo eso confiad en Dios y en el señor don Quijote, que os ha de dar un reino, no que una ínsula. Tanto es lo de más, como lo de menos, respondió Sancho, aunque sé decir al señor Carrasco, que no echará mi señor el reino que me diera en saco roto, que yo he tomado el pulso a mí mismo, y me hallo con salud para regir reinos y gobernar ínsulas."
Dice otro refrán muy hermoso, y probablemente bastante moderno:
-Regla y compás, cuanto más, más.
IMAGEN: EL COMERCIO
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