Siente antes de hablar, y guarda muy bien el silencio si lo quieres romper. Tanto silencio duele, y ya hice el mayor esfuerzo para sobrevivir.
Los poetas mienten demasiado, saben demasiado poco y aprenden mal; tienen que recurrir a la ficción, a la mentira. Identifican perfectamente el silencio eterno, que sólo busca un lugar para gritar.
¿Tú también lo piensas a los cuatro vientos? De poesía sólo te llevo dos versos de ventaja, el resto son recuerdos haciéndome nudos en la garganta. La memoria está haciendo de las suyas, habla sin voz y defiende lo maravilloso de esos días.
Uniré las piezas que nos faltan, cerraré las grietas para que nadie más nos abra.
Duele, es todo.
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