Revista Opinión

Tanto tonto en Taringa

Publicado el 25 septiembre 2012 por Jesustadeosila
Innecesario debiera ser decirlo.
 Pero tras tantos comentarios y tantos correos recibidos, menester me es de higos a brevas recordar que cuanto escribo sale de mí y a la vez me pertenece a medias.
Que si mérito se encuentra en lo que hago, mitad es mío y mitad es del protagonista de mi caprichosa invención, que en cierto momento (aunque sea difícil de entender) cobra vida propia y deja de pertenecerme.
Pero me siento en la obligación de recordarlo.
Relatos hay en este blog donde escribe el amoroso padre de familia o el típico machista sin vislumbres de reciclaje. O escribe un abuelo añorante o escribe un chulo de tres al cuarto. O escribe una esposa escarmentada o escribe un marido receloso. O escribe un suicida o escribe un chaval de quince años. O escribe un paranóico o escribe un poeta de pocas luces. O escribe un loco o escribe un doctor. O un político o un desheredado. O escribe alguien que piensa que el mundo es verde para que al día siguiente escriba alguien diciendo que el mundo es gris...
Pero soy yo. Solamente yo quien mueve los hilos de mis marionetas.
Y me siento, ya digo, en la obligación de recordarlo: que Jesús Tadeo Sila no existe cuando escribe.
Que existen los personajes que crea, las historias que inventa, los diálogos que imagina... Pero poco más. Jesús Tadeo Sila ni está ni se le espera.
Hoy soy Hamlet y mañana Ofelia. Hoy Sancho y mañana Rocinante.
Nunca, nunca, nunca... sé de qué escribiré mañana. Como nunca acierto a adivinar quién leches escribirá: si el chulo, si el enamorado, si el padre, si Dios, si el parado, si el vivo o el muerto, si el pintor o el cuadro...
De las pocas cosas que sí puedo dejar claras, es que para mí escribir es sinónimo de inventar. Que me cuesta el triple de trabajo hacer una entrada de lo que me sucedió ayer que inventármela.
En TARINGA, un espacio social donde suelo endiñar algún post, me dejan comentarios del tipo de "¿cómo puedes escribir eso?", "¡pero si ayer decías lo contrario...!", "con cariño, te vamos a matar, hijo de la..."
Y sólo puedo responder: ayer no escribió Jesús, ayer escribió otro...
Escribir para mí, como entenderéis, es hacer ventriloquía con el teclado. Y si no lo entendiera así, me conformaría con mi diario personal... que por cierto, no lo tengo.
Escribir para mí, es darle cuerda y darle vida a un personaje distinto cada día. Y dejarlos volar, dejarlos andar solos, observar cómo se defienden y cómo se van convirtiendo en personajes casi, casi, casi... de carne y hueso.
Tan de carne y hueso, que hasta merecen comentarios personales. Y hasta amenazas. O sea: personajes creíbles cien por cien.
Por eso, por eso cuando los elogian o los entienden o los ignoran o los insultan... es cuando siento que lo estoy haciendo un poquito bien.
Porque en cierta medida, elogian, entienden, ignoran o insultan ... a algo o alguien que no existe más que porque yo le di la vida.
Esta entrada inesperada (inesperada porque todavía no sé a qué ficticio personaje se la endiñaré), va en cierto sentido dedicada con algo de afecto y conmiseración a la media docena de gilipollas de TARINGA que de la noche a la mañana quieren saber dónde vivo, quién soy y por dónde paro... con la entrañable intención, según me cuentan (¡ay, madre!) de convertirme en higadillos de pollo o patearme (cocearme) la cabeza en cualquier inesperada esquina de Sevilla.
Una pérdida de tiempo y de dinero, como bien se entiende, ya que (mientras no haya que coger avión) por tierra o mar me desplazo yo perfectamente a Barcelona, a Nicaragua, a Todelo, a Madrid o a Argentina...
¡Perdón! ¿No lo había dicho...?
Mirad la foto.
No me he puesto una corbata en la vida.
Y sin saber todavía quién escribe esta entrada (¿el de la corbata y las gafas? ¿el de los tatuajes que aprendió a liar un porro antes que a sacarle punta a un lápiz? ¿el espécimen raro que escribe con la facilidad conque escupe por un colmillo?)... Sin saber todavía quién escribe esta entrada, os doy mi enhorabuena a la par que mi agradecimiento: porque con un balbuceo de supino analfabetismo, me habéis dado el artículo de hoy hecho.
Y al final... Escribe Jesús Tadeo Sila, Sevilla, España... para lo que sea menester.
Vikingos y demás "peligrosos" admiradores de TARINGA... gracias.
Acojonado me tenéis, valga Dios.

Tanto tonto en Taringa

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