Inmanencia del Sendero
Cito algunos textos del libro “Tao Te Ching”, mensajes de sabios maestros de la cultura China. Según la tradición, fue escrito alrededor del siglo VI a. de C. por el sabio Laozi, un archivista de la corte de la dinastía Zhou, por cuyo nombre se conoce el texto en China.
Hazte alguna pregunta, lo que quieras, luego elige uno de estos textos.
Así, el maestro es accesible a todos
y no rechaza a nadie.
Emplea todas las situaciones
y no desperdicia nada.
A esto se le llama encarnar la luz.
¿Qué es un buen hombre sino maestro de un hombre malo?
¿Qué es un mal hombre sino la tarea de un hombre bueno?
Si no comprendes esto, te perderás,
por inteligente que seas.
Este es el gran secreto.
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El Tao es infinito y eterno.
¿Por qué es eterno?
Nunca nació,
así que no puede morir.
¿Por qué es infinito?
No tiene deseos para si,
así que esta presente en todos los seres.
El maestro se queda detrás,
por eso está delante.
Está desapegado de todo,
por eso es uno con todo.
Porque se ha despendido de sí,
su plenitud es perfecta.
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Cuando el gran Tao es olvidado
aparecen la bondad y la piedad.
Cuando la sabiduría del cuerpo declina,
la inteligencia y el conocimiento toman el mando.
Cuando no hay paz en la familia
comienza la piedad filial.
Cuando el país cae en el caos
nace el patriotismo.
22
Si quieres ser todo,
acepta ser parte.
Si quieres ser recto,
acepta estar torcido.
Si quieres ser pleno,
acepta estar vacío.
Si quieres renacer,
acepta morir.
Si quieres que todo te sea dado,
abandónalo todo.
El maestro, residiendo en el Tao,
es un modelo para todos los seres.
Puesto que no se exhibe,
la gente puede ver su luz.
Puesto que nada tiene que demostrar,
la gente puede confiar en sus palabras.
Puesto que no sabe quién es,
la gente se reconoce en él.
Puesto que no tiene una meta en mente,
todo cuanto hace es un éxito.
Cuando los antiguos Maestros dijeron:
“Si quieres que te sea todo dado,
abandónalo todo”,
no estaban usando palabras vacías.
Solo siendo vivido por el Tao
puedes ser verdaderamente tú mismo.
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Conocer a otros es inteligencia;
conocerse a sí mismo es verdadera sabiduría.
Ser maestro de otros es fuerza;
ser maestro de sí mismo es verdadero poder.
Si comprendes que tienes suficiente,
eres auténticamente rico.
Si permaneces en el centro
y abrazas la muerte de todo corazón,
perdurarás siempre.
- Tao: Todo.