Taratibu, palabra swahili. Despacio y con cuidado. Eso sugiere el nombre de este santuario de elefantes enclavado en el Parque Nacional de las Quirimbas, al Norte de Mozambique. Allí hemos tenido la suerte de ir a parar este fin de semana; un lugar mágico, lleno de árboles y elevaciones montañosas espectaculares. El acceso solo es posible con cuatro por cuatro y éramos los únicos turistas en el área. El lugar donde nos hospedamos lo regenta un hombre llamado Jacob, amante de la naturaleza y protector de este área tan recóndita. Fuimos a pasear por caminos en el bosque, y de repente se escucharon sonidos cercanos, como de quiebre de ramas. Eran los elefantes, estábamos rodeados y para qué negarlo, sentimos miedo. Caminamos lo más silenciosos que pudimos hasta subirnos a unas rocas, y les vimos, entre la vegetación, un grupo de unos veinte, alimentándose en nuestras narices; ha sido una experiencia inolvidable y emocionante. Según íbamos conociendo la zona, nos íbamos dando cuenta de que estábamos metidos en medio de su hábitat, aquello dejaba muestras de que estaban por todas partes, y en efecto, así era, hemos pasado caminando muy cerca de ellos, y hasta pudimos verlos en un charco bañándose; pero como buen animal nos percibieron rápido y salieron pitando, y eso que estuvimos callados al máximo.... pero el olfato... contra eso no podemos hacer nada. También hemos convivido con una familia de babuinos, y aunque no hemos podido ver más animales, dicen que hay búfalos, leopardos y leones. Un bosque muy denso en el que se esconden muchos seres mágicos.
Bueno, es una experiencia como algunas de las que aquí he contado que no tiene descripción posible; concluyo con esta frase de Jacob, Keniata, por cierto, que me valió para darme cuenta de dónde estaba: "Esto no es Kenia, amigos, esto es de verdad"
El bueno de Jacob
Corren corren los elefantes
Mar, una de las voluntarias de ASFE
observándoles entre los árboles
Ignasi, otro de los voluntarios de ASFE
El colega Denis, nuestro enlace entre la naturaleza y la realidad
aquí le pillé de milagro antes de que echase a correr
Cangrejos escaladores (a la dcha. Clara, otra voluntaria de ASFE)
este minino sobrevive entre leopardos y elefantes