Revista Filosofía

Tarde

Por David Porcel

Comparto este hermoso poema que escribe mi padre, sobre los restos de día que el agua se lleva, sobre ese fondo de luz que dio origen a que las cosas pasaran, y a que no pudieran suceder.

Tarde

A la tarde los basureros disparan las mangueras y el agua arrastra los restos del día:

una colilla con un beso de carmín que sabe a fresa

un pañuelo con lágrimas secretas

lágrimas que si se hubieran mirado de cerca hubieran revelado la clave del mundo

las pisadas de un niño que empezó a caminar y a morder fuerte en el empeño

unas palabras que alguien escribió para aprendérselas antes de la primera vez

unas gafas dejadas a posta en un charco de uno que iba a morir esa noche

una servilleta con un poema triste que hablaba de nubes y dolor y que decía:

las nubes llorarán sobre nosotros

porque aunque allí todavía estamos

ya no estaremos nunca

el papel de un caramelo que sabía a gloria

La plaza está ya limpia

Han forrado el mundo con papel azul y han pegado una etiqueta con el nombre de un niño

asustado el primer día.

(Miguel Porcel, 5 de noviembre)


Volver a la Portada de Logo Paperblog