Tarde de sol y Cake Pops

He aprovechado estos días libres de Semana Santa para hacer, al menos, una de las recetas que tenía pendiente. Me parecía que sería un buen plan, por que Dragoncillo podría participar en la elaboración y divertirse mucho, y así fue.
También lo había pospuesto por que en las fotos que veía quedaban tan  bonitos que me parecía Ciencia Ficción que Dragoncillo y yo pudiésemos hacer algo similar, pero al final nos atrevimos y es mucho más fácil de lo que parece, al alcance de aficionados algo torpones como nosotros.
La masa la hice mezclando 400 gramos de bizcocho marmol de lidl con una tarrina de queso philadelphia. Amasandola con las manos en unos minutos toma la consistencia adecuada para moldearla y coger forma sin problema. Hice bolitas. Total: 10 minutos.
Metí las bolitas en la nevera y esperé una hora a que enfriasen y endureciesen.

Hasta aquí Dragoncillo permanecía ajeno a lo que estaba haciendo, y mejor así :). Lo envíe a jugar a la calle por que había salido el sol y aquí eso es un acontecimiento :).Después, como veis en la siguiente foto, fui insertando los palitos de plástico en cada una de las bolas, utilizando como pegamento chocolate fundido en el microondas. Resulta más fácil si haces un agujero en cada bola, lo rellenas con chocolate líquido y después insertas el palito. La mezcla me dió para dos platos como este, para que os hagáis una idea. Total: 10 minutos más.
Ahora llega el momento de llamar a los peques (Dragoncillo y vecinos) y prepararlo todo para que entren en ebullició creativa. Utilicé dos tarritos de lidl de adornos para cake pops. Uno de estrellas y otro de frutas, pensé que quizá era poca variedad pero la imaginación de los peques no tiene límites y crearon todo tipo de diseños.
Además de los adornos preparé dos tazas de chocolate negro fundido en el microondas por el que pasaban  las bolitas antes de hacer sus coloridos diseños. La mayoría de las recetas dicen que son necesarias dos capas, pero nosotros nos arreglamos con una. 
Antes de fundir el chocolate le agregué un chorrito de aceite, tal y como aconsejaban las que saben, pero creo que eché demasiado y me quedó un poco líquido. Si os animáis a hacerlo tened cuidado con ese detalle.

El momento más delicado es el de recubrir la bolita con chocolate, ya que coge mucho peso y puede derramarse dentro del tazón (como nos ocurrió en más de una ocasión), por lo demás, coser y cantar. Sencillíiiiisimo.

 Fue una tarde genial, de las que espero que Dragoncillo recuerde con cariño.