Revista Cultura y Ocio

TARDE PARA LA IRA (Raúl Arévalo, 2016)

Publicado el 13 septiembre 2016 por Dentro Del Monolito @dentromonolito
TARDE PARA LA IRA (Raúl Arévalo, 2016)Muchos ya sabréis que mi relación con el cine español es bastante parca, quedando mi interés por él limitado a determinadas producciones muy puntuales que consiguen llamarme la atención. De hecho, confieso que a Raúl Arévalo, director de la película que nos ocupa, tan sólo le conozco de verle actuar en La isla mínima (Alberto Rodríguez, 2014). Y fue gracias a los comentarios de un oyente del nunca bien ponderado programa de radio y podcast Sinaudiencia.com que me picó el gusanillo por Tarde para la ira
Pues bien, podemos decir que la ópera prima de Arévalo en la dirección se salda con un resultado inmejorable. "Tarde para la ira" es un thriller de estética y espíritu setenteros, al que el director ha sabido dotar de ramalazos del crudo cine quinqui tan popular en nuestro país por aquellos años. Pero que nadie se asuste al leer esto, ya que estamos ante una obra tremendamente sobria que sabe apoyarse perfectamente en un guión magnífico vertebrado alrededor de los tres personajes que se reparten el protagonismo. Como ya sucedía en la citada "La isla mínima", la fuerza de la película se apoya en dos pilares fundamentales: una absorbente historia que se irá desgranando poco a poco, y una poderosa interpretación actoral. 
El guión firmado por el propio Raúl Arévalo junto a David Pulido está ejemplarmente rematado, ofreciendo una historia cerrada que no deja cabos sueltos. Buena parte de la película es una oscura road movie en la que una improbable pareja irá en busca de una venganza rumiada durante años. Arévalo nos sumerge en la historia situando siempre la cámara muy cerca de los actores, convirtiéndonos en testigos de primera mano de lo que sucede en pantalla. Podemos advertir aquí ecos de Drive (Nicolas Winding Refn, 2011) o The Wrestler (Darren Aronofsky, 2008) en esos planos en los que seguimos a los actores por la espalda, junto a algunos toques influenciados por el mejor Tarantino. Todo ello aderezado por una imagen sucia llena de grano (la película se rodó en super16 mm. buscando esa estética) que aporta turbiedad al asunto. Además, se nos hace un retrato decadente del "otro lado" de Madrid, una ciudad en la que también subsiste la cultura de los bares de toda la vida, por donde se mueve gente de todo pelaje y que el director parece conocer bien.
En cuanto al elenco actoral, el trío formado por Antonio de la Torre, Luis Callejo y Ruth Díaz realiza un trabajo formidable. El director ha sabido utilizar su experiencia como intérprete para sacar lo mejor de los tres actores. Pero, mientras que Antonio de la Torre y Ruth Díaz rayan a un gran nivel, para mi gusto es Luis Callejo el que roba la función, comiéndose la pantalla cada vez que aparece en una interpretación para recordar. También es destacable la aparición de algún secundario como Manolo Solo, que consigue su minuto de gloria en uno de los pocos momentos cómicos del filme, y a la vez uno de los más impactantes.
En conclusión, tenemos una producción que logra alzarse sobre su limitado presupuesto con una dirección notable, unas interpretaciones espectaculares y un guión interesantísimo. Raúl Arévalo rueda con pulso firme (aunque no lo hemos citado, ojo al tremendo plano secuencia inicial) una película de venganza de ritmo lento pero implacable, en el que puede ser uno de los mejores debuts del reciente cine español. Muy buena.
Mi nota: 8

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