Revista Salud y Bienestar

Tarde y mal. No Me siento representada...

Por Lolamontalvo
Tarde y mal. No Me siento representada...El CGE ha tardado demasiado en dar una respuesta a las dañinas palabras del OMC, esas que nos lanzaban a la cara afirmando que la prescripción enfermera es un peligro para el enfermo o algo así…, palabras que, todo sea dicho, no reflejan el sentir de todos los médicos, pero esa es otra cuestión. En fin.   Muchos pensábamos que el CGE tardaba en reaccionar porque estaba organizando una respuesta elaborada con argumentos irrebatibles sobre la idoneidad de la prescripción enfermera, con datos y una exposición detallada y comparada de nuestra actividad esa que se lleva a cabo a diario con magníficos resultados y un gran beneficio para enfermos y usuarios, que se explicaría y darían datos de la prescripción enfermera andaluza, de nuestro quehacer en comparativas con enfermeras de otros países… Pues no.   La imagen, para mí, patética que se vio ayer en los medios (con descalificaciones innecesarias; pienso que con argumentar era suficiente) no quiero que me refleje como enfermera. No quiero que esas palabras me representen. Porque los medios hablan de guerra… ¿qué guerra? Ni yo ni la mayoría de los enfermeros estamos en guerra contra nadie. No tenemos enemigos, que sepamos… No luchamos contra nadie. Nuestra reivindicación de días atrás iba y va en defensa de nuestro quehacer y en el rechazo de unas manifestaciones que consideramos injustas y alejadas de la realidad cotidiana del trabajo de enfermería. Protestábamos contra palabras que reflejan el sentir de una parte de los médicos españoles, porque no todos los médicos opinan como la OMC. No, no vamos contra nadie.   ¿Guerra? ¿Qué guerra, madre del amor hermoso? Hoy tengo la desagradable sensación, y lo digo con enorme pesar, que mejor habría sido que nuestros representantes no hubieran dicho nada. Porque la sensación de desaliento que ha generado es más dañina que el desagrado que sentimos el otro día por las desafortunadas palabras del OMC. Porque yo considero que, para que defiendan así mis intereses mejor me lo soluciono yo sola. Uno es dueño de sus silencios, pero es esclavo de sus palabras… Por supuesto, esta máxima no es mía pero se la prescribo a nuestros dirigentes.    Me retiro a mis quehaceres, que junto a de miles de enfermeros de este país pasa por hacer nuestro trabajo de la mejor forma posible, seguir prescribiendo en el ámbito de nuestros cuidados de enfermería como lo hacemos a diario en un marco de triste alegalidad que una norma injusta nos ha impuesto y defender una imagen enfermera profesional, científica, responsable, moderna y… pacífica.  Invito a leer a Comisión Gestora, «Un tiro en el pie #NoEsMiGuerra» y me sumo a sus palabras llenas de sentido, inteligencia y honestidad. #AsíSí 

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