Comer sano, hacer ejercicio, dormir bien son consejos básicos que un médico recomienda a sus pacientes como garantía para gozar de una buena salud. En jardinería, el experto jardinero recomienda otra serie de consejos muy similares y que nosotros iremos desgranando para que cualquier jardín goce de buena salud.
Yo siempre he dicho que la primavera es el bálsamo más delicado y perfecto que necesitan las plantas de nuestro jardín para lucir bellas, frescas y brillantes.
Un bálsamo que servirá de poco si antes no hemos realizado unas pequeñas tareas para asegurar la salud del conjunto del jardín. A finales de invierno es el momento de comprobar el estado del suelo, del césped, de los árboles, de los arbustos….
Generalmente el suelo se encuentra apelmazado, seco, falto de abono. Es conveniente cavar y remover la capa superior propiciando la aireación de la tierra, si además aportamos compost elaborado por nosotros mismos a base de desechos de verduras, papel, hierba y hojas secas, cáscaras de huevo, le proporcionaremos el mejor alimento a las plantas y favoreceremos el crecimiento de raíces sanas.
Si las malas hierbas campan a sus anchas en su jardín, en el mercado existen preparados con glifosatos que ayudan a eliminarlas o si usted es de los que prefiere mantenerlas a raya mediante un escardado, usted mismo.
Ahora el terreno se encuentra listo para la plantación. Las plantas más jóvenes arraigan mejor y alcanzan un tamaño importante, por tanto debemos plantar con cabeza dejando espacio suficiente entre una planta y otra.
Genial, disponemos de un buen suelo y un pequeño espacio para plantar: dalias, tagetes, dimorphotecas, iris. Aconsejo colocar las plantas en el terreno, estableciendo una distancia de unos 25 cm. entre las mismas.
A continuación cave un hoyo e introduzca la planta, afirme la tierra con las manos y una vez plantadas riéguelas con abundante agua sin mojar las flores.