El debate que vemos cada vez con más frecuencia en los medios de comunicación sobre los tipos de contratos de luz nos lleva a preparar este artículo y explicar las razones por las que se debería de elegir un sistema u otro. No es fácil, y necesitará unas cuantas líneas para entenderlo.
Vamos allá.
Cuando piensas en qué tarifa de luz contratar lo primero que piensas es si vas a decidirte por el mercado regulado o por el mercado libre. Por el momento los números acompañan a algunas tarifas del mercado libre, aunque existen otras tarifas del mercado libre que son más caras que el mercado regulado. Te invito a consultar nuevas empresas para solicitar presupuesto.
Además de eso debes de preguntarte, ¿qué tipo de energía estoy consumiendo? Cuando le das la vuelta a la factura del mercado regulado ves que de forma general la calificación energética es una F! F*xk! Con la cantidad de energía limpia que podemos conseguir con sistemas de producción no contaminante, el mercado sigue dependiendo del gas, con su consecuente emisión de CO2…
Existen comercializadoras que ofrecen energía 100% verde, de fuentes renovables como puede ser la energía solar, que puede llegar a ahorrar hasta un 100% de la factura de la luz. Si tienes instalado un sistema de paneles fotovoltaicos en tu propiedad las comercializadoras te pueden comprar el kWh. Si quieres tener un precio de referencia, los 10cts de euro por cada kWh es un precio más que razonable.
La climatología es impredecible dentro de unos márgenes estacionales. En verano hará calor (más o menos) y en invierno, pero al final del año podemos apreciar muy poca diferencia. Las tendencias a largo plazo parece que apuntan a que tendremos 1ºC más al año durante los próximos años. Teniendo esto en cuenta, podemos pensar en decantarnos por una tarifa plana, en la que pagamos lo mismo, o por consumo, basándonos en el propio consumo que tenemos (al que siempre hay que sumarle algunos gastos fijos).
Una tarifa en la que siempre pagas lo mismo no significa que sea la más barata. Por eso es importante guardar las facturas y hacer un balance del último año. Esto te servirá para tener una referencia del consumo y te dará una buena base para solicitar presupuestos.
Las empresas comercializadoras se basan en el consumo del último año para poder darte un precio ajustado de lo que te podrán cobrar. Algunas empresas están empezando a dar un consumo estimado por adelantado, de tal manera que siempre podrás cambiar algún hábito para intentar reducir el consumo energético.
Las tarifas planas están bien mientras cumplas con las condiciones del contrato. Los excesos en el consumo preeestablecido pueden ir en tu contra, pudiendo llegar a estar por encima de las tarifas basadas en el consumo real. Esta desventaja debes de tenerla en cuenta frente a los consumos imprevistos y por otra parte los más necesarios (cuando surge una urgencia).
Con estas breves notas puede quedar aclarado el concepto de qué fórmula utilizar para contratar una tarifa de luz u otra. Te invito a dejar comentarios o a consultar con las empresas comercializadoras.
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