Kirksay, durante un partido - Foto: ACB Photo.
Son casi las cuatro de la tarde y todavía hay dos jugadores que no han salido del vestuario de la Penya, que acaba de perder por 85-89 en la prórroga ante el Murcia en el Olímpic de Badalona. “Suelen ser los que más tardan. No entiendo cómo no pueden tener hambre. Yo estoy hambriento”, dice un trabajador del club verdinegro. Se refiere a Sitapha Savané (Senegal, 1978) y a Tariq Kirksay (Bronx, Nueva York, 1979), los más veteranos de un plantel muy joven. Aparecen juntos y el compañero de prensa que me acompaña me pregunta: “¿Cuál te interesa?”. “Kirksay”, le digo. El colega saca el móvil para grabar a Savané, mientras que Tariq atiende a Cronómetro de Récords.
Toni Delgado / Badalona—¿Qué os ha faltado? ¿Ideas? ¿Energía?Nos hemos puesto un punto por arriba [en la prórroga], después ellos han metido dos triples [de Rodrigo San Miguel y Berni Rodríguez] y se acabó. ¿Podemos ir caminando?—Vale.¡Oh! Perdóname, vuelvo en un momento. [Vuelve del vestuario con una botella de agua].—¿Os ha faltado frialdad?Nos hemos relajado un poco y ellos se han repuesto en el segundo cuarto, han cogido un poco de confianza y el partido ha cambiado. Estamos un poco jodidos, pero faltan cuatro partidos. Seguiremos luchando. Vamos a ver qué pasa.—¿En qué crees que os va a ayudar esta derrota para crecer en Bilbao?Para mí las derrotas no te ayudan a crecer. A los grandes equipos no les hace falta una derrota para crecer. ¿Entiendes? [Lo dice con su tono pausado y relajado]. Crecemos en los entrenamientos. No esperamos a una derrota para crecer.—¿Qué es lo que más te preocupa del Bilbao Basket? ¿Mumbrú, Roger Grimau, Raül López, Germán Gabriel…?Nadie del Bilbao me preocupa. Estoy preocupado por nosotros porque hemos perdido un poco de chispa. Tenemos que estar más concentrados estos dos días en los entrenamientos e intentar trabajar cosas para volver a hacer las cosas como el mes pasado. No nos importa si el rival es Valencia, Bilbao o Estudiantes o Cajasol. Tenemos que encontrar nuestro juego para ganar.—¿Qué le has dicho a tus compañeros para animarles? Al ser el más veterano del grupo junto con Savané supongo que tienes más voz en el equipo.Cada jugador tiene que preguntarse qué quiere hacer, cuál es su sueño, cuáles son sus ambiciones. En la pista es donde tenemos que jugar y hablar. Hacerlo fuera ayuda, pero en la pista es decisivo. —¿Cómo valoras el crecimiento y la irrupción de Guillem Vives? ¿Cómo está asumiendo los elogios?[Sonríe. Le cambia la cara]. Es un trabajador. Es muy serio en su trabajo, pero disfruta cada día. Trabaja bien, está siempre concentrado y quiere hacer las cosas bien. Quiere aprender. Muchos jóvenes no tienen su carácter porque él siempre está escuchando, siempre quiere mejorar. Lo hace con trabajo y concentración.—Y siempre pregunta mucho, supongo.Ésa es la diferencia. Hay algunos que piensan “oh, estoy en la Liga [ACB], estoy aquí y ya está bien”. Pero él no. Guillem quiere más. Se ve en sus ojos y en cada entrenamiento. Siempre va a tope. —¿Te recuerda a ti con su edad o incluso ahora? Porque tienes esa ilusión de cualquier joven.No. Somos dos jugadores distintos.—Me refiero en cuanto a la actitud de aprender y preguntar siempre.Sí. En eso sí. Quiero que él siga así. No quiero que todo el mundo le diga que va a ir a la NBA y que ya esté tranquilo. Yo siempre le digo que tenga la cabeza fría.—Que valore todo el proceso.Eso es.—Se me hace raro verte sin una cinta en la cabeza. ¿Desde cuándo la llevas? ¿Desde que empezaste a jugar?Desde hace… 17 años. La llevo cada partido, cada entrenamiento.—Es difícil que un jugador conecte tanto con la grada como lo haces tú. En el Estudiantes te quieren mucho. En Badalona te has ganado al público muy rápido. No sé cómo se conecta así con la grada. Desconozco si es una cuestión de compromiso, de carácter…Soy un profesional. No hago nada especial para conectar con las aficiones. Soy un buen tío. Ellos están para nosotros y nosotros también estamos para ellos. Es un intercambio. Es mejor tenerlos con nosotros. Hay algunos chicos que se sientan ahí con la cinta y… Está bien.—En el fondo pareces un líder de rock. Te pones la cinta, la gente de copia… Marcas una tendencia.Ellos son mi segunda familia.