Revista España

Tarragona, patrimonio culutral de la humanidad

Por Jl
En el año 218 a. de C. los romanos se establecieron a las orillas del Mediterráneo para conquistar las tierras que más tarde se denominaron Hispania. A este asentamiento primitivo le llamaron Tarraco. Fue la primera fundación militar romana estable que se emplazó fuera de la península itálica. Augusto residió en ella en los años 27-26 a. de C., trasladando la capital romana a Hispania y desde donde se dirigió todo el Imperio romano. La ciudad se convirtió en uno de los centros urbanos más importantes del Mediterráneo occidental.
El conjunto arqueológico romano de Tarraco que pervive en la actualidad fue declarado por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad en diciembre del año 2000. Los 14 elementos que recibieron este reconocimiento son: las murallas, el templo-recinto de culto, el foro provincial, el circo, el anfiteatro, el foro local, el teatro, la necrópolis, la villa de Centcelles, el acueducto, la torre de los Escipiones, la cantera del Mèdol, la villa de Els Munts y el arco de Berà.
Comenzamos el paseo por la Vía Augusta que otrora unió Tarraco con el imperio y después de flanquear las murallas que protegen la ciudad antigua, pararemos en la sede del de lo que fue el FORO PROVINCIAL, sede de la administración pública de la provincia romana Tarraconense del siglo I a. de C. y donde hoy se muestra una maqueta de la antigua ciudad. Por la calle Nova llegaremos al Circo, ya con la visión del mar enfrene nuestro. Construido en el siglo I d. de C. la mayor parte de su estructura se conserva debajo de los edificios del centro, solo su cabecera ha sido desenterrada. Dicen las crónicas que en sus tribunas se podían juntar 30.000 hispanos para ver las carreras de cuadrigas.
Y desde allí, por las escaleras del infierno, llegaremos a uno de los lugares más fotografiados de la ciudad, el ANFITEATRO. Se construyó en el siglo II d. de C. De forma elíptica, podía llegar a acoger hasta 14.000 espectadores. En su interior se desarrollaban todo tipo de espectáculos de gladiadores y fieras salvajes. Un monolito recuerda la declaración universal de los derechos del hombre para que no olvidemos que en este lugar fueron ejecutados muchos inocentes y martirizados muchos cristianos como el obispo Fructuoso. Desde sus terrazas, sentados al sol de la mañana podemos contemplar en su inmensidad ese mar Mediterráneo que un día fue conocido como el mare nostrum.
Por las calles viejas, destartaladas del centro, con artistas locales que tocan música y vagabundos que charlan sentados en las escaleras llegamos a la Catedral, construida sobre lo que fue la primera iglesia cristiana de esta ciudad romana. Sus arcadas, el claustro, sus figuras gigantescas en la portada y el ambiente de mercadillo en las mañanas de los domingos nos sitúan en una época, más tardía, el medievo que también dio impronta a la ciudad. Al finadle la muralla ente terrazas de bares donde los tarraconenses disfrutan de una jornada de descanso, encontramos el FORO LOCAL, y hoy como antaño se desarrolla buen parte de la vida de esta ciudad que aspira a convertirse en CAPITAL EUROPEA DE LA CULTURA en 2016.
Un buen sitio para comer es el Cucafera, en las mismas escalinatas que dan acceso a la catedral, menús seleccionados y precios agradables.
Otro enlace de capital cultural 2016 en el blog esta pOsterizado en http://laescapadadelturistaaccidental.blogspot.com/2010/03/una-escapada-de-cine-cultural-y.htmlSigueme amigo

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