Inserta en el marco de ese Londres que regenera su corazón monumental, la Tate Modern ha sido el principal motor del cambio urbano en el distrito de Southwark. La zona recibe el impacto beneficioso de un emprendimiento cultural que ha transformado su carácter. Similar en eso al Pompidou de Paris, que también se promovió en su momento como un catalizador de la regeneración urbana, con su excepcional crecimiento, la Tate se propone alcanzar una dimensión que permita un posicionamiento similar al del MoMA neoyorquino.
La escala gigantesca y la privilegiada localización elegida para la reforma están en sintonía con la extraordinaria ambición del proyecto museístico de la Tate. La antigua central de Bankside es una colosal estructura metálica cubierta de ladrillo que combina el período Maya de Wright, el Dudok de Hilversum y el diseño de las radios Art Decó para componer una fachada que, si ya hubiera resultado anticuada en los años treinta, en los sesenta era de un arcaísmo extravagante.
A este dinosaurio arquitectónico se enfrentan los arquitectos suizos con inteligencia estratégica, valorando lo mejor del edificio, su impresionante dimensión y la aspereza industrial de sus interiores, mientras transforman su imagen con la superposición de un cuerpo horizontal de cristal que brilla en la noche, reflejándose en las aguas del Támesis como un espectro geométrico y leve.
Una calle cubierta – La gigantesca sala de turbinas de la central se ha convertido en una calle cubierta iluminada naturalmente por lucernarios y artificialmente por dos barras de vidrio traslúcido que son un apéndice de la coronación luminosa de la cubierta y que flotan entre los pesados soportes y la grúa del puente del edificio original.
Los miradores – De proporciones más íntimas que los espacios de circulación y las galerías, los miradores se han propuesto como reductos de descanso, puntos de encuentro y privilegiadas plataformas de observación sobre la gran sala.
Las escaleras – Aunque sea un elemento más del sistema de circulación vertical, las escaleras son una pieza arquitectónica con entidad propia, que se convierten en terrazas de contemplación que sugieren un ritmo pausado para la visita.
Las salas – En la sala se pretende mantener el equilibrio entre dos tendencias opuestas: la del espacio individualizado y la del recinto homogéneo. Se han dispuesto tres plantas de exposición de jerarquía equivalente.
La iluminación es un factor decisivo en la estrategia arquitectónica de estos recintos de contemplación y disfrute del arte. Se combina la luz natural y artificial en las salas; en las últimas dos plantas la luz natural llega directamente a través de las plataformas de vidrio del falso techo y las paredes.
La luz baña los espacios, aunque tamizada por la barra transparente y opaca que corona el edificio. El visitante tiene la impresión que las salas han formado siempre parte del conjunto por su radical simplicidad y uniformidad.
Programa: Gallery de Arte Ubicación: Londres – Reino Unido Autores: Herzog & de Meuron Fecha: 1999Fotografía
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