Revista España

#TBMPlasencia: Avistando aves en el Parque Nacional de Monfragüe

Por Rutasporespana @RutasporEspana

Este año el encuentro anual de bloggers de viajes más conocido como Travel Bloggers Meeting se realizó en Plasencia. Una de las ciudades más importantes de Cáceres, sobre la que ya hablamos hace un año y que os invitamos a conocer a través de nuestro post sobre Plasencia.

Durante el fin de semana del evento se desarrollaron diferentes actividades como una visita nocturna por Plasencia, conferencia, talleres y una sorpresa final en la que nos convertimos por un día en concursantes de Masterchef.

Siendo concursante de MasterChef por un día

Siendo concursante de MasterChef por un día

El último día llegaba el turno de las actividades organizadas por Plasencia en colaboración con empresas de la zona. En nuestro caso nos decidimos por una ruta de avistamiento de aves por el Parque Nacional Monfragüe con la empresa Monfragüe Treasures.

Este parque no se sabe con exactitud a quien debe su nombre, si a los romanos que lo llamaban Mons Fragorum (monte espeso), o a los árabes que la llamaron Al-Monfrag (al abismo), pues en el parque abundan muchos riscos y bosques. Lo que si es cierto que fue la mano del hombre la que transformó este bosque mediterráneo en una dehesa de encinas y alcornoques. Esta acción ha originado el hábitat adecuado para que puedan asentarse parejas de aves de gran envergadura como son el buitre negro y el leonado.

Recorriendo Monfragüe

El parque tiene forma rectangular irregular, y se encuentra situado entre las poblaciones de Navalmoral de la Mata, Plasencia y Cáceres, siendo atravesado por los ríos Tajo y Tiétar.

La ruta sobre la que vamos a hablar recorre los enclaves del Castillo, Salto del Gitano, Villarreal de San Carlos y miradores del Tiétar; la ruta tenía una duración de tres horas y media, pero como suele pasar con la naturaleza, ésta suele ser caprichosa, así que no siempre las aves están dispuestas para que puedas verlas, por lo que requiere tiempo y espera.

De camino al puente del Cardenal, realizamos una parada en un mirador desde donde pudimos observar una pareja de buitres leonados junto a su nido.

Como curiosidades que aprendimos de los buitres, gracias a nuestro guía Alberto, fue que si el plumaje del macho y de la hembra son iguales y se mimetizan con el entorno, es un indicador de que son una pareja no itinerante porque tanto el macho como la hembra se turnan a la hora de incubar los huevos y posteriormente en alimentar a los polluelos; como nos pasa a nosotros con Adrián que tanto le da de comer José como le doy yo, muy civilizados son estos buitres.

Buitre leonado

Buitre leonado

Llegamos al mirador desde el cual se avista el puente del Cardenal, aunque sólo se ve en los meses de septiembre y octubre cuando el caudal del Tajo esta bajo, ya que este puente es una de las construcciones que fueron inundadas por el pantano.

Seguimos en coche hasta la base del castillo de Monfragüe, y desde allí subimos hasta el mismo a pie. Durante el trayecto nos encontramos plantas de zonas húmedas y temperaturas más suaves, junto a plantas de clima mediterráneo. Esto es debido al microclima que hay en la zona, gracias al cual podemos encontrar cerezos en el Valle del Jerte o que pueda haber secaderos de jamones. Además pudimos escuchar aves como el pájaro carpintero o el aguilucho, que por la densidad de la vegetación no pudimos ver.

Llegamos al Castillo, en su origen fue Celta, aunque el actual es árabe. Sólo se conservan dos torres: una poligonal y la otra cilíndrica, en peor estado. Junto a una de las torres se encuentra una ermita, que cobija a la Virgen de Monfragüe. Pero sobretodo el motivo del ascenso es para disfrutar de las vistas del entorno y los límites del parque.

Castillo de Monfragüe

Castillo de Monfragüe

Siguiendo nuestro recorrido llegamos al mirador del Salto del Gitano, uno de los lugares dónde obtener las mejores instantáneas del parque. Sin duda la pared rocosa de más de 300 metros de altura sobre el río Tajo, dibuja una de los paisajes más fotografiados del parque. Pero lo que nos trae a este punto del camino, es que vimos varias parejas de buitre leonado, una cigüeña negra y su nido, y el nido de un buitre negro. Además Alberto nos contó la leyenda del por qué se le llama el salto del gitano, que os paso a relatar:

Cuenta la leyenda que unos comerciantes, viendo que se les iba a hacer denoche, decidieron acampar en Villarreal de San Carlos para proseguir su camino al alba y llevar sus mulas a Trujillo para venderlas. Un bandolero gitano que merodeaba por la zona se dio cuenta de las intenciones de los comerciantes, les salió al paso, los mató y se hizo consu mercancía. Pero poco le duró su suerte ya que se topó con una pareja de la guardia civil. Así que al verlos dio media vuelta y comenzó a correr desesperadamente. Al darse cuenta que su única salida eran la gran rocas que se precipitaban sobre el Tajo, no lo dudó y antes de ser apresado, decidió tomar carrerilla y saltar el precipicio hasta la Peña Falcón. Algo que consiguió milagrosamente (eso cuenta la leyenda). De ese modo se libró de ser apresado, quedando los guardas civiles petrificados ante tal hazaña.

Y ahí sigue ante nuestros ojo una roca que se asemeja a la figura de un guardia civil con su tricornio, mirando hacia la Peña Falcón por donde desapareció el gitano bandolero.

Roca con forma de cabeza de Guarda_Civil

Roca con forma de cabeza de Guarda Civil

Tras este curioso relato nos dirigimos al pueblo de Villarreal de San Carlos, el lugar donde acamparon los mercaderes. Este pueblo como indica su nombre fue fundado por un rey (“Villarreal”), en este caso fue de la mano de Carlos III. Tras la construcción del puente del Cardenal, siendo el único paso posible para cruzar el río, se convirtió en una zona de bandoleros, por eso se decidió crear una guarnición para proteger a los viandantes que se aventuraban a cruzar este paso. Actualmente ya no existe una guarnición aquí, sino que es utilizado como centro de información para conocer el parque.

Tras un largo recorrido decidimos hacer un alto en el camino en uno de los merenderos que había a un lado de la carretera. Donde pudimos disfrutar de unos bocadillos con embutidos y vino típicos de la zona, y como no de cerezas y unos dulces caseros hechos por la madre de nuestro guía, ahí es nada.

Esperamos que hayáis disfrutado de este recorrido por el Parque Nacional de Monfragüe, para que conozcáis mejor este rincón de Cáceres.

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