Más de cinco millones de niños de EE. UU., o sea alrededor del 9.5 por ciento, habían sido diagnosticados con TDAH para 2007, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU. Los niños con la afección actúan impulsivamente, tienen dificultades para prestar atención que con frecuencia afectan su capacidad de tener éxito en la escuela, y en algunos casos, son físicamente hiperactivos.
En el estudio, investigadores analizaron datos de cuestionarios rellenados por los padres de 4,745 niños de quinto curso en Houston, Los Ángeles y Birmingham, Alabama, que evaluaban los síntomas de TDAH.
Aunque los cuestionarios no eran diagnósticos oficiales del TDAH, los investigadores dijeron que los niños que puntúan alto en la evaluación del TDAH son propensos a sufrir de la afección.
Los padres de niños que puntuaron en el percentil 90 de síntomas de TDAH tenían el doble de probabilidades de reportar que su hijo había resultado lesionado en el año anterior que los padres de los niños en el percentil más bajo (el 10) de síntomas de TDAH.
"El TDAH es un trastorno que se asocia con conductas impulsivas, los niños hacen cosas sin pensar. Se asocia con falta de atención, en realidad no prestan atención a los riesgos del ambiente. Y se asocia con la función ejecutiva (planificar y pensar por adelantado, y tener inhibición cuando es necesario)", explicó el autor del estudio David Schwebel, director del Laboratorio de Seguridad de los Jóvenes de la Universidad de Alabama, en Birmingham. "Los niños con TDAH no tienen esas habilidades bien desarrolladas, y esa combinación de cosas les lleva a tomar riesgos y comportarse impulsivamente, lo que les lleva a lesionarse".
El estudio aparece en la edición de septiembre y octubre de la revista Academic Pediatrics.
También se pidió a los padres calificar los síntomas de sus hijos del trastorno de conducta, un patrón de comportamientos desafiantes, antisociales y agresivos. Los niños que puntuaron en el percentil 90 de síntomas de trastorno de la conducta (una afección que con frecuencia se caracteriza por romper reglas, acoso, daño a la propiedad, hacer daño a los animales y/o otras violaciones de las normas sociales) también tenían 1.5 veces más riesgo de lesión que los niños en el percentil 10. Sin embargo, cuando los investigadores ajustaron otras variables, solo los síntomas de TDAH se asociaban significativamente con las lesiones.
Algunos niños tienen tanto TDAH como un trastorno de la conducta, apuntaron los investigadores, y los síntomas se pueden solapar. Análisis posteriores mostraron que los síntomas del TDAH como la impulsividad se asocian más firmemente con lesiones que el comportamiento desafiante asociado con el trastorno de la conducta. Tampoco hubo una interacción estadísticamente significativa entre el TDAH y el trastorno de la conducta.
"Hay que pensar antes de actuar. Los niños con TDAH actúan antes de pensar", apuntó Alan Delamater, profesor de pediatría y psicología de la Facultad de medicina Miller de la Universidad de Miami.
En el estudio, alrededor del diez por ciento de los niños se habían lesionado una vez el año anterior, 3.5 por ciento se habían lesionado más de una vez, y 86 por ciento no habían resultado lesionados.
Los tipos de lesiones incluían fracturas óseas (52 por ciento), esguinces y torceduras (15 por ciento), y cortadas y hematomas (15 por ciento). Los chicos eran más propensos a lesionarse que las chicas, y los niños blancos eran más propensos a sufrir lesiones que los hispanos.
Aunque pasar la temporada de fútbol o las vacaciones de verano en un yeso no es divertido para un niño con TDAH, los padres deben de preocuparse más por un riesgo incluso más grave, apuntó Schwebel.
Las lesiones son la principal causa de muerte entre los niños de once años, y aunque muchas de esas muertes son causadas por accidentes con vehículos motorizados, no todas lo son.
Un estudio reciente del equipo de Schwebel halló que los niños con TDAH son más propensos a tomar riesgos al cruzar la calle. Aunque los niños con TDAH eran igual de propensos a recordar mirar en ambas direcciones en un cruce de peatones simulado, tendían a cruzar la calle con menos tiempo de sobra frente al tráfico entrante y a evitar más accidentes por muy poco.
"Los niños con TDAH tomarán riesgos. Se vuelve aterrador cuando se tiran a la piscina de cabeza, o cruzan la calle y los choca un coche", apuntó Schwebel.
Otras investigaciones han hallado que los adolescentes con TDAH son más propensos a sufrir accidentes vehiculares, apuntó Delamater.
Entonces, ¿qué deben hacer los padres?
Saber que un niño con TDAH está en mayor riesgo de lesión es importante, concurrieron los expertos. "Los padres de niños que muestran esos síntomas deben ser incluso más vigilantes para prevenir las lesiones, y los médicos de atención primaria deben aconsejar a los padres sobre el mayor riesgo", apuntó Delamater.
Por supuesto, eso se hace más difícil a medida que los niños crecen y no siempre están a la vista de papá o mamá, así que también es importante obtener ayuda para el trastorno, enfatizó Schwebel. Se ha demostrado que tanto la psicoterapia como los fármacos reducen los síntomas.
Y aunque decirlo es más fácil que hacerlo, los padres de niños con TDAH "deben enseñarles a ser cautos, a pensar sobre lo que hacen y a reconocer situaciones que puedan ser peligrosas" hasta donde les sea posible, añadió.
Desde | HealthDay News
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