Por Rocisalazarp
Esta esuna frase clave de una película que cada vez que veo –ya van unas 100 mil veces–queda dando vueltas como trompo en mi cabeza.
En la películase muestra la vida vacía de un hombre aparentemente exitoso. Una vida sinmotivación interna hasta una noche de lucidez, una noche de loca sensatez. Estanoche se encontró con sus reales motivaciones para seguir respirando ycuestionó el mundo en donde se encontraba, dejándose en evidencia, en plenadesnudez, ante sus pares. Esto le trajo obvias incompatibilidades –la sinceridadno es un valor por sí solo y en este caso fue una herejía- por lo que tuvo queemprender su propio camino laboral. En este camino lo acompañó una mujer, quevio desde el primer momento el gran potencial de este ser humano y se enamoró.Decidió acompañarlo y darle su vida aún sabiendo que él no sentía lo mismo,confiando que algún día él la seguiría. Un día de brazos caídos, ella desertó,y lo hizo porque no se merecía vivir su vida apoyándose solamente en su amor porél, lo hizo por dignidad.Alfinal de esta película él llega a su lado diciéndole "Te Amo... Tú meComplementas", frase que toma vida propia cuando se le entiende.
No creoque todos los seres humanos tengamos la dicha de encontrar el amor al mismo tiempoque el ser amado. Es una ruleta que difícilmente nos hace ganar. Entonces, ¿noes más coherente volver a creer en que el amor se hace en el camino?En losúltimos años de existencia de la raza humana nos hemos convencido de que elamor es una suerte de “magia” que nos toca o no nos toca, creyendo siempre quealgún día nos tocará, ¿pero no es más realista ayudar a esta "magia"dándole tiempo para acomodarse?Socialmenteaprendí que el amor es la única fuente de una pareja, que es la única forma dehacer una familia, que es el único camino... ya no sé si esto es lo que quieroo es lo que aprendí a querer.