¡Probando no pierdes nada! Yo soy partidaria de pintar sólo una de ellas o un rincón que quieras darle más protagonismo. De esta manera, consigues inyectar alegría a la casa y romper con la sobriedad de los tonos más neutros. Yo soy fan de las casas en blanco pero me he subido a la tendencia de dar un toque de color a ciertas paredes como os enseñe en la pared del dormitorio principal de mi casa o en la de mi hija. Mientras me pienso el color de una de las paredes del salón que voy a cambiar, os muestro la casa de la decoradora Caroline Gómez. Ya os hablé del maravilloso cuarto de su hija y de la tienda de campaña tan ideal que ha diseñado para niños así que os encantará seguro el resto de sus casa y los tonos que ha elegido para la pared.
Vista del salón en blanco de su casa con ventanales a un patio y al fondo su estudio
Detalle de la pared en verde. Me encanta el contraste de la madera con los colores de la pared, los cables fucsia y los cojines
Comedor integrado en el salón con una de las paredes en amarillo mostaza. Queda de maravilla con la lámpara de techo de diseño industrial en verde, la mesa Tulip y las sillas Panton Chair en blanco, la silla Eames en topo y la silla Jacobsen de madera.
Pared y suelo pintados en gris claro realzando la silla Eames mecedora verde mint
Fotos: Julien Fernández