Que los huertos urbanos están de moda no es ninguna novedad. La alimentación saludable y su matiz pedagógico si hay niños en casa, conviven en estos momentos con la posibilidad de ahorrarse un dinerillo que buena falta le hace a la economía del hogar.
Pero… ¿te has planteado en alguna ocasión lanzarte a cultivar hortalizas en tu balcón? No necesitas mucho espacio, ni materiales especiales. Tan solo ganas y saber cómo hacerlo. Además, vamos a empezar con una de las hortalizas más fáciles y que casi nunca faltan en nuestra nevera: unas lechugas.
¿Qué materiales necesitas?
- una maceta (o recipiente similar)
- tierra
- abono
- plantel de lechuga
- agua para el riego
La maceta puede ser cualquiera de las que tengas por casa. Puedes reciclar una botella de agua o una garrafa cortándole la parte superior. También te puede servir una jardinera e incluso una caja de porexpan. Eso sí, siempre tendrás que asegurarte de que en el fondo haya unos pequeños agujeros para el drenaje del agua de riego. Para hacerlos utiliza un punzón, la punta de unas tijeras o un clavo caliente.
Tierra para rellenarla. Puedes utilizar la que tengas en una maceta del balcón, comprar un saco de tierra nueva o bien una pastilla de fibra de coco que es uno de los sustratos más utilizados y recomendados para el huerto urbano. Es muy importante que el sustrato esté suelto y sea esponjoso para que la lechuga se encuentre cómoda, por lo que si vas a reutilizar la tierra de una maceta vieja, es conveniente que la saques totalmente de la maceta, y con las manos la dejes suelta, eliminando esos bloques compactados que suelen formarse y las raíces de las plantas que anteriormente vivieron en ella.
El abono es el alimento que le vamos a dar a la planta. La tierra no sirve de nada si la planta no encuentra en ella los nutrientes que necesita para crecer. El mejor que puedes encontrar se llama humus de lombriz, que mezclarás con la tierra con la siguiente proporción: 60% de sustrato por un 40% de humus.
Plantel de lechuga, puedes comprarlo en cualquier comercio especializado o en la cooperativa agraria que tengas más cercana. Verás como no cuesta nada encontrarlo cuando se busca. La colocas en el centro de la maceta vigilando que quede a ras del sustrato para evitar que se pudra cuando con el riego.
Agua para regar el plantel. Al principio quizá con un vasito de agua cada dos días será suficiente. Conforme haga más calor y la lechuga crezca tendrás que aumentar la cantidad de agua y regarla cada día. Sobre todo, no la riegues por encima, debes hacerlo sobre la tierra.
La lechuga crecerá y en quince días ya podrás empezar a cosecharla por hojas. ¡No hace falta esperar a que crezca tanto como las que compramos en el súper! Arranca las hojas más grandes para preparar tus ensaladas y la lechuga seguirá creciendo y produciendo nuevas hojas.