Te busco y no te encuentro.
Te busco en todos los rincones, esquinas, recovecos y nada.
Te busco y lo único que encuentro es vacío. Un vacío desolador. El porqué marchaste no lo sé. Marchaste sin previo aviso. Sin dejar ni siquiera una nota. Desapareciste cuando el peso del día me forzó a cerrar los ojos.
Te busco en los mismos lugares en los que te encontré en otras ocasiones. Te busco en parques. Te busco en la parada del bus, incluso te busco en la soledad de mi despacho. Y solo encuentro vacío.
Te busco y no te encuentro. Puede que te busque en el lugar equivocado. Te llevaste la brújula que nunca necesité, porque tu me servías de guía.
Te busco y no te encuentro, porque no es el momento. El momento siempre lo escoges tú. Yo, siempre estoy ahí, esperando y deseando tropezar contigo.
Te busco y solo deseo no hallarte con otra. Riendo. Paseando. Contándole historias. Disfrutando de atardeceres que ya no deseas compartir conmigo.
Te busco y no te encuentro porque no eres como los demás, eres aire, eres luz que iluminas mi interior, eres pura creatividad, eres un sueño, eres tú. Mi INSPIRACIÓN.