Lo dice Andrés Suárez en su canción Luz de pregonda,y no encuentro frase que defina mejor lo que supone para mi marcharme a Cádiz, viajar cientos de kilómetros para pasear por La Victoria, leer un buen libro en la playa, beber blancos en La Viña y comer fritos, como si no hubiera mañana ni más tarde ni nubes ni horarios ni incertidumbre ni preocupaciones ni nada.
Yo quiero ser siempre esa, que se lanza al mar aunque haya olas, sonríe a la cámara aunque quede fea (qué más da) y te invita a acompañarla. Porque sola… Sola en esta vida no se puede hacer nada.
Gracias, chicas!
Os quiero mucho pero no lo suficiente para invitaros al hotel:-)
A lo mejor algún día….