cgnqCE15-un-bazar-que-cierra-por-desesperacionErase una vez un hombre trabajador que ya no puede más. Tras quince años al frente de su bazar Te con Limón de Madrid, César Calle está liquidando su negocio. Cansado de que no le salgan los números, ha colgado el cartel de “Liquidación por desesperación”. Liquidación total. Ocho empleados a la calle, incluido él y dos de sus hijos y muchas ilusiones por el camino. Ocho liquidaciones para no dejar tirados a los que han sido y son empleados y compañeros. Una crisis que no entiende de clases. Ocho parados más que engordarán las estadísticas o quizás, ocho parados más que intenten buscarse la vida fuera de España.
Una historia común de gente común. La intrahistoria que diría Unamuno. Y mientras tanto, los grandes gurús de la economía coinciden en señalar que las crisis están creadas para beneficiar a los ricos. Al menos así lo afirma el economista británico Angus Deaton, una de las voces más respetadas en el mundo. Lo dicen los expertos pero no hace falta que nos lo diga nadie. No hay dinero para educación y sanidad, pero sí para salvar a la banca, para inyectar una mareante cifra de miles de millones de euros a Bankia que, quién sabe dios si servirá para algo. Me entran ganas de vomitar cada vez que abro un periódico y leo las informaciones económicas pero, a este paso, ni eso porque también están desapareciendo al mismo ritmo que los bazares. Y los que quedamos, calladitos, no vaya a ser que tengamos que atenernos a las consecuencias. Ya se sabe que quien se mueva, no sale en la foto.
