Té con pastas entre ronroneos

“Casi un mes sin escribir por estos rincones y por aquellos… Casi un mes con mucha inspiración en otros terrenos, pero menos en estos”.

Imaginaos que estamos sentados en un pequeño rincón de una cafetería, afuera caen finas gotas de lluvia, el olor de café inunda en el ambiente y los camareros pasean entre las mesas de forma elegante y servicial. Os he invitado a este lugar porque un buen amigo me invitó hace tiempo, es silencioso, tranquilo y se puede hablar con toda la tranquilidad del mundo. Y dado que no nos vemos desde hace días, que estoy desconectada de todos vosotros queridos amigos gatunos… Me ha parecido lo mas correcto citaros en uno de los lugares más conocidos de la ciudad por muchos motivos.

Supongo que os estaréis preguntando que ha ocurrido conmigo, con el blog, con el twitter, y con mis historias nocturnas con sabor a canela aderezadas con un cierto toque amargo. Historias siempre tengo en la cabeza, pero últimamente las he llevado a un territorio un poco menos anónimo. He escrito algún que otro review para una web, he actualizado mi vida real cibernética, le he dedicado mas tiempo y mas mimo, afortunadamente ahora tengo un poco mas de trabajo en lo mío. Estoy enfocada en mis proyectos, trabajando en ellos e intentando seguir sobreviviendo en el día a día, afortunadamente aún tengo empleo para llegar a fin de mes… Mi vida nocturna sigue como siempre, noche que salgo, curiosidad o anécdota que apunto. Mi vida sentimental ha sido una especie de montaña rusa, aunque claro… ¿Cuándo no lo es? Regresó, le conocí un poco mas… Pero la distancia es lo que tiene y aunque ahora los dos nos encontramos en la misma ciudad, es como si un muro se hubiera interpuesto entre los dos. Puede que mas adelante él reaparezca, pero mientras tanto mantengo la duda de que me tiene “inadmitida” por no se cual extraña razón. Lo mas curioso, es que aquella llama que siempre ha estado y a veces se ha iluminado mas que otras… Ahora se ha quedado en un inmenso cariño, pero no en un inmenso deseo ni ganas. Pero ya se sabe, nuestra historia es como uno de esos cuentos en que los protagonistas se distancian, se acercan, desaparecen y hacen su presencia tiempo después. Así que no se exactamente que es lo que sucederá después…

Mientras tanto nuevas personas aparecen en mi vida, eso siempre. Me hace esbozar una sonrisa cada noche, una carcajada cuando me acuerdo de él o de esa persona a quién conocí por casualidad pero nunca le interesé como deseaba, y después de dos años sin felicitarme por mi cumpleaños me di cuenta que al fin y al cabo, para mí era mas importante que yo para él. Pero me alegra saber que es feliz al lado de otra persona que no soy yo.

La pregunta de ahora es si seguiré escribiendo por aquí… Espero que si, de momento no se me ha pasado por la cabeza dejar esta pequeña guarida. Solo espero que el próximo té con pastas que tomemos sea pronto, y con una de esas historias que siempre os hace pensar, pasar un buen rato o reír.