A medida que pasan los años creo y soy un ferviente fan, de que los resultados cosechados son el fruto de la siembra y de como fue acompañado ese proceso, aunque en la sociedad actual desde hace varios años se está vendiendo otra manera de hacer las cosas.
Las prisas, fórmulas mágicas o diez pasos para el éxito son moneda corriente a día de hoy, como también que se debe ser positivo y trasmitir buenas energías.
Esto último de ser positivo estoy de acuerdo como también el de transmitir buenas vibraciones, pero claro, esto no se consigue solamente con desearlo, diciéndolo o poniendo frases motivadoras en las redes sociales, porque todo esto no tendrá efecto sino lo sientes y lo practicas a diario.
Para lograr tener más pensamientos positivos que negativos, se debe tener un gran trabajo de fondo hecho y esto significa, haber realizado un profundo viaje interior, porque con repetir como un loro frases positivas que lees no sirve, ante todo hay que creérselas y experimentarlas.
Digo esto porque hace más de diez años era uno de estos, me pensaba que con solamente decirle a los demás cosas buenas y repartir ánimos era suficiente, pero omitía lo más importante, que era decírmelo a mi mismo y creer en ello mediante su experimentación.
Con cual es necesario conectarnos con lo que somos, nuestros propios valores y pasiones. Pero con solo esto tampoco alcanza, es más, diría que es el comienzo porque lo difícil viene luego, que es detectar a nuestros saboteadores y creencias limitantes (profundicé sobre ellas en el anterior post), porque estos dos agentes se encargan de mantener bien altos a los pensamientos negativos.
Si una persona no re programa sus creencias, se deja seducir y avasallar por sus saboteadores, no puede con su ego….por más que diga cosas positivas, ¡no creerá en ellas!, ya que no las siente porque no las experimenta en sus acciones diarias.
Para transmitir buena energía y mensajes positivos hacia el exterior es necesario vivirlas internamente y crear hábitos para ello, no hay otra receta.
“Lo que PENSAMOS es lo que CREEAMOS”
Una cosa es que tu entorno te considere una persona positiva, porque trasmites mensajes positivos y de ánimo, pero otra muy diferente es que haces con tus pensamientos cuando te encuentras solo.
Y esto último es la clave de todo, ahí es donde se cocina el asunto, porque en los momentos que estamos solos, aparecen mil pensamientos y muchos negativos, la clave es el tiempo que permanecen alojados en tu mente.
Pensamientos negativos tenemos todos (me incluyo en este grupo) pero el punto clave es la actitud que tomamos cuando aparecen, si te recreas en ellos y les dejas permanecer días, horas, semanas, meses o cuando apenas eres consciente de ello, los cortas de raíz y les reemplazas con pensamientos positivos.
Aprovechando que ahora viene la Semana Santa y hay un poco más de tiempo libre, te propongo que realices un ejercicio que hago en los cursos de Liderazgo Empresarial, el cual consiste en que tengas una libreta a mano, dividas las hojas en dos partes, en la primer columna pongas el signo “+” y en la otra el “-“, con lo cual a medida que te aparezcan los pensamientos, los apuntes en la parte de la hoja a la que pertenezca.
La idea de esto es que seas sincero y puedas revisar los resultados al cabo de tres o cuatro días, los cuales te aseguro que te sorprenderán. Con esto serás consciente de que tipo de pensamientos tienes y ahí podrás responder con conocimiento si,
¿Eres una persona de pensamientos positivos?