El rooibos es una planta de origen Sudafricano, (Aspalathus linearis), que se cultiva habitualmente en una pequeña área en la provincia de Cabo Occidental de Sudáfrica, aunque en los últimos años, se ha popularizado su cultivo y consumo en muchas partes del mundo.
La infusión de esta planta se realiza con sus hojas secadas hasta llegar a su oxidación y tradicionalmente, se toma caliente con una rodaja de limón, azúcar o miel, aunque las versiones de té helado o mezclada con alguna otra planta o fruta están ganando cada vez más popularidad (rooibos con canela, jengibre, té verde, manzana, naranja, moras…).
Los beneficios para la salud de té de Rooibos son notablemente numerosos:
Tiene propiedades antioxidantes y combate los radicales libres (acción “anti-edad).
Es un antialérgico natural (que no produce efectos secundarios como los antihistamínicos).
Es equilibrante del sistema nervioso. (es una excelente infusión relajante).
Ayuda en trastornos digestivos e intestinales.
Es eficaz para aliviar despasmos y cólicos digestivos.
Suele mejorar los problemas de piel, boca y garganta. (A nivel interno y externo).
Es rica vitamina C y minerales, (potasio, zinc, hierro, calcio y zinc).
No tiene cafeína y puede ser consumido por personas hipertensas.
Y por si os ha quedado alguna duda sobre su consumo, no tiene contraindicaciones conocidas, por lo que hasta los niños y las mujeres embarazadas o lactantes pueden disfrutar de una taza de esta deliciosa infusión.
¿Y vosotros? ¿Habéis probado alguna vez el té de rooibos? ¿Qué os ha parecido? Estaré encantada de leer vuestros comentarios!!!
Besos desde mi blog!!