Escalofriante, absorbente, una novela muy bien hecha con un giro bestial -dice Paula Hawkins, la exitosa autora de "La chica del tren", en el fajín promocional que envuelve la novela. Si bien, como expresé en el post que dediqué a su novela [leer reseña aquí], Paula Hawkins no me parece una autora imprescindible, sin embargo comparto plenamente su opinión sobre "Te dejé ir" de Clare Mackintosh
Suscribo especialmente la referencia de la Hawkins al 'giro bestial' frente a lo expresado por otros comentaristas que hablan de "giros argumentales alucinantes" (booklist), "giros sorprendentes" (Daily Express), "giros inesperados y portentosos" (Daily Mail), "giros argumentales que dejan de piedra" (Kirkus Reviews) o la opinión de Mystery People: "la trama tiene los suficientes giros como para satisfacer al lector más exigente, por no hablar del bombazo final".
Todas las laudatorias opiniones anteriores preceden al texto de la narración en un intento de atrapar al potencial lector que hojea indiferente el libro bien en una librería especializada en novela negra, bien en un supermercado que en la zona de cajas, para entretener a los clientes, exhibe una serie de posibles lecturas. La razón de tanta prevención estriba, creo yo, en que "Te dejé ir" es la primera incursión sería en la creación novelística de una escritora desconocida, Clare Mackintosh, quien hasta el año 2011 trabajó como comandante de orden público y como inspectora en el departamento de investigación criminal de la policía británica. Apoyada por su familia dejó el Cuerpo para dedicarse a la escritura, primero como periodista freelance y luego ya, a partir de la publicación de esta novela en 2014, como escritora a tiempo completo. De ella ha aparecido en su país el año en que estamos otra novela de título parecido, "I see you", que sigue la estela del thriller inaugurado con "Te dejé ir".
Un entretenido best-seller
Antes de seguir adelante, -casi no haría falta ni decirlo-, la novela es un best seller de los de libro. Vamos, quiero decir, que cumple muchos de los requisitos que este tipo de productos literario-mercantiles -todos lo son, por cierto- suelen requerir: levedad argumental, liviandad cultural, claridad estilística, ritmo en las tramas que se desarrollan, desarrollo psicológico claro en los personajes, poca complicación dramática, buena dosificación del suspense, sorpresas argumentales, y el llamado "giro bestial" al que alude Hawkins que marca la división de la novela en las dos partes que la constituyen.
Estructura
Para no convertirme en un "destripanovelas" ('spoiler') naturalmente no desvelaré
este famoso giro. Sólo diré que es de tal calibre que si la autora lo hubiese querido habría podido publicar dos novelas cortas en vez de una sola. El final de la primera parte es impactante y digno de un cierre de relato; es más, yo diría que en mi opinión es de mayor envergadura que la sorpresa que para el final de la novela reserva Clare Mackintosh, si bien en mi opinión este último es más de tipo psicológico que el primero, más propio del desarrollo de un thriller.
También dentro de la estructura narrativa es destacable el manejo de la figura del narrador que la novelista rrealiza de acuerdo al siguiente esquema: narrador externo en 3ª persona para los capítulos que suceden en la Comisaría o que son protagonizados por los policías de ésta; narrador interno en 1ª persona para la historia de la protagonista, Jenna Gray; esta persona narrativa se mantiene en la segunda parte de la novela si bien el personaje que narra hace un uso agresivo de la segunda persona narrativa referida a otro personaje como símbolo de dominación sobre éste. Esta variabilidad en el uso de las formas pronominales por parte de la figura del narrador me parece sin duda un acierto destacable.
Motivos narrativos
El principal asunto desarrollado en la novela es el de la dificultosa resolución del caso del atropello de Jacob, un niño de 5 años, y todos los inconvenientes que Olivia Rippon, jefa superior de policía, pone a Ray y Kate, los policías a quienes el caso dada la poca edad de la víctima, la brutalidad del atropello y la posterior huída del conductor del vehículo ha tocado profundamente, de modo que insistirán en él pese a las decisiones de sus superiores.
Este centro nuclear de la novela le sirve a Mackintosh para homenajear la labor del Cuerpo al que hasta hace bien poco ha pertenecido y a lanzar alguna crítica sobre la creciente burocratización a la que los funcionarios policías se ven cada día más abocados rellenando informes y más informes, cuadrando presupuestos de gastos, cuadrantes de horas extras, etc., en detrimento de su principal función policial: investigar los casos. También se hace burla del cada vez mayor empleo de eufemismos en los organismos públicos a fin de no herir sensibilidades como cuando para referirse a que un policía está en un instituto dando una charla sobre la conveniencia de no portar armas blancas y menos aún utilizarlas, el jefe policial se refiere a ella como "compromiso comunitario":
"- Dave hoy está en un instituto dando una charla para fomentar el 'compromiso comunitario'. Stumpy pronunció el término como si fuese una palabrota y Ray se echó a reír.El ámbito laboral de la comisaría le sirve a la novelista, antigua policía, para reivindicar la necesidad de la conciliación laboral que tan dificultosa resulta para el estamento policial. Los problemas matrimoniales entre Mags y Ray nacen de unas jornadas interminables con unos horarios imposibles. Al tocar los asuntos familiares la novela deja caer unas veladas críticas al mundo educativo en los dos extremos que lo constituyen, padres y profesores, que en muchos casos los unos por otros no detectan las llamadas de atención de algunos chicos:
-Hay que ir con los tiempos, Stumpy." (pág. 82).
"La profesora de Tom asegura que es una mala influencia para sus compañeros [...] Es una puñetera ridiculez. Si no saben manejar a los chicos poco colaborativos no deberían haberse metido en la enseñanza." (pág. 131)
Pero sin lugar a dudas el motivo principal abordado con maestría en el relato, al hilo del thriller para dar con el o la causante del atropello, es el de la violencia de género. "Te dejé ir" es una novela en la que he visto mostrada con mayor claridad y en toda su crudeza la tortura física y psicológica por la que la persona que la sufre debe pasar. El proceso de anulación de la personalidad y la asunción del sentimiento de culpabilidad y de inutilidad por parte de la víctima se presentan en el relato con una espeluznante y precisa claridad.
Los personajes
Dentro ya del maniqueísmo habitual en un best seller como éste, en el apartado 'personajes' hay una marcada distinción entre buenos y malos. Patrick, el veterinario de la pequeña localidad de Penfach en Gales del Sur, es arquetipo de bondad masculina mientras que Ian Petersen es compendio de maldades. Por medio quedan en mayor o menor proximidad a uno u otro el resto de personajes masculinos a quienes en general podríamos encuadrar dentro de la normalidad:
- El inspector Ray y su lógica vacilante atracción por las mujeres que están cerca de él.
- Iestyn Jones, el casero en Penfach de Janne Gray, es el adusto hombre de campo de variable e influenciable actitud.
- El policía 'Stumpy' es el clásico buenazo; etc.
- Bethan, la dueña del parque de caravanas, es amable y conciliadora
- Eve Manning, la hermana de Janne, se interesa por su hermana pese al malentendido que las ha tenido separadas durante casi cuatro años
- Kate, la policía colaboradora íntima de Ray, es una joven alegre, idealista y deshinibida que sabe donde están las líneas rojas en una relación y conoce como nadie los signos de asentimiento o no de los hombres con los que se relaciona
- Mags, esposa de Ray a quien conoció en el trabajo de policía que ella desempeñaba hasta que se casó con él, es la mujer que una vez criados los hijos (Lucy tiene unos diez años y Tom con doce acaba de ingresar en la impertinente adolescencia) empieza a sentirse vacía y minusvalorada por su marido que no se implica lo suficiente, en su opinión, en los problemas de los hijos. Con todo, Mags sabe tirar y aflojar adecuadamente de la soga matrimonial con lo que logra mantener vivo, al menos por ahora, su relación conyugal. Y digo por ahora porque no me extrañaría -lo digo sin conocer los protagonistas y el asunto novelado en "I see you", su última narración- que esta primera novela fuese el inicio de una serie protagonizada por esta pareja Ray - Kate que tan bien ha funcionado aquí.
Lugar y Tiempo
La historia narrada se sitúa como ya he dicho en Gales del Sur, concretamente en la playa de Penfach, perteneciente a la localidad de Swansea, que dista unos 150 kilómetros de Bristol en Inglaterra, la ciudad en la que tienen lugar los acontecimientos fundamentales que anteceden al atropello también acaecido allí.
Los parajes naturales son bellísimos y son -¡ya lo han sido!- una excelente promoción turística de esta zona de Gran Bretaña. La escritora vive en Cotswolds, localidad de Inglaterra muy próxima al País de Gales por lo que es evidente el conocimiento que tiene de esa zona e incluso del empleo que a veces los lugareños hacen del gaélico para enmascarar una comunicación ante un molesto intruso como tiene ocasión de comprobar en carne propia Janne Gray en algún momento de su peripecia personal.
En cuanto a la duración de la historia, aproximadamente es de unos quince meses El paso del tiempo está debidamente marcado en el relato con expresiones del tipo "seis meses más tarde", "transcurridos tres meses desde su llegada a...", etc. que facilitan la intelección lectora. Por otra parte la organización temporal, aunque esencialmente de carácter sucesivo, introduce perfectamente en esta linealidad algunos flash backs recordatorios que resultan muy clarificadores para el lector y que no violentan en modo alguno el normal y lógico desarrollo de la trama.
Conclusión
Parece que en verano las editoriales se esfuerzan por lanzar lecturas con vocación de convertirse en el best seller de la estación. Sin lugar a dudas, "Te dejé ir" publicado por el Grupo editorial Penguin Random House en su colección 'Debolsillo' se confirma como serio candidato a alzarse con el título dadas las características que tiene y que hacen de esta novela una lectura entretenidísima, que no se queda en el simple thriller sino que toca temas candentes de nuestra sociedad y cultura. Una novela que una vez iniciada se convierte en algo adictivo imposible de dejar hasta doblar la última página. En definitiva, una lectura veraniega muy recomendable.