“Really?”
Noche de sábado perfecta, sino fuera por el ligero viento que se ha levantado, me dirijo rápidamente al lugar en cuestión, un par de locales más abajo de la calle… Y decido guardar en el bolso mi banda sonora para amenizar el camino, mientras lo hago noto como me observa un chico. Esquivo la mirada, la mejor manera de ahuyentar a la gente, pero cuando decido reanudar el pasó le encuentro enfrente mío esbozando una sonrisa…
- Hola, ¿puedo pedirte un favor?
- ¿Un favor? – le devuelvo la sonrisa, ¿qué me va a decir esta vez? Y recuerdo esa vez en que un chico se puso de rodillas pidiéndome que me casara con él, y tengo ganas de salir corriendo pero me quedo por educación. Finalmente dejo escapar un dubitativo… – ¿qué tipo de favor?
- No es nada importante, mi hermano se casa y esta noche es su despedida de soltero -, le miro de forma divertida, ¿qué tiene que ver eso conmigo? -, y te quería pedir solo una cosa… -, se para, adrede -, ¿podrías darle el pésame? Solo sería entrar y decir: “te acompaño en el pensamiento” -, me echo a reír finalmente, esto es surrealista -, te he visto, eres muy guapa y he pensado que le dijeras eso. Porque realmente es un gran pésame.
- No, lo siento…
- Pero si solo es eso.
- ¿Dónde es? -, pienso que si es en el mismo sitio donde voy, no habría problema e incluso sería una situación aún más cómica.
- Aquí -, señala una especie de teatro donde realizan espectáculos de humor. Niego con la cabeza y le sonrío como pidiéndole disculpas.
- Lo siento, no…
Y le dejo ahí delante de la puerta, mientras entro en el siguiente local riéndome. La primera anécdota de la noche, la segunda, menos divertida… Ya la sabéis. Solo me queda preguntaros… ¿Qué habríais hecho vosotros?