Muchas personas se quejan de que les duele el talón especialmente al ponerse de pie. Esto puede deberse a que tengan un espolón calcáneo que se haya formado sobre el hueso del talón. Se trata de una pequeña formación ósea que surge cuando sometemos la planta del pie a mucha presión durante un largo período de tiempo.
El espolón calcáneo se manifiesta en forma de un dolor intenso que afecta la parte interna del talón, que es más intenso por la mañana y que desaparece en reposo. Empeora, en cambio, cuando aumentamos la presión sobre el pie al cargar pesos o caminar en una superficie muy dura. En los casos más graves el dolor es tal que implica el no poder llevar a cabo con normalidad la vida diaria.
Los espolones calcáneos afectan especialmente a personas de media edad y con sobrepeso a las que se les ha atrofiado la almohadilla grasa situada bajo el talón y encargada de absorber golpes y presiones excesivas. También los sufren especialmente quienes tienen pies pronados no corregidos, es decir, aquellos pies ligeramente inclinados hacia afuera.
El tratamiento del espolón calcáneo incluye la realización de unas plantillas a medida especialmente diseñadas para reducir este problema, el reposo y la aplicación de un masaje con hielo al menos una vez al día y preferiblemente dos. Las plantillas son especialmente importantes ya que con ellas se consigue que el pie apoye correctamente en el suelo a la vez que están hechas de un material que garantiza la absorción y amortiguación de golpes durante la marcha.