(Éride)
Género: Chick-lit
308 páginas
¿Qué ocurriría si una mujer de siglo XXI, como tú, viajara en el tiempo al siglo XVII? Averígualo sumergiéndote en las páginas de esta novela de la mano de Montse y sus dos amigas, Julia y Juana; unas españolas afincadas en Londres.
Una rifa, un premio, un viaje, una ciudad: Edimburgo. Tierra de leyendas y escoceses. Allí, en aquel momento, en aquel lugar, ocurrirá algo que cambiará para siempre la vida de la protagonista y sus amigas. ¿Quieres saber qué pasa? ¿Te apetece sonreír y divertirte?
¿Deseas enamorarte? Entonces, no tienes más remedio que abrir el libro y ponerte cómoda. ¡Disfrútalo!
Que Megan Maxwell es una de mis autora favorita de género chick-lit y de territorio nacional, no es ningún secreto. Desde que probé Las ranas también se enamoran, ganó puestos en el ranking de mi biblioteca hasta llegar a lo más alto, pero esta vez con Te esperaré toda mi vida me ha costado encontrarme con la Megan de siempre, con esa chispa que tanto me divierte y con unos personajes entrañables. Tampoco digo que el libro no me haya gustado, que no es el caso, si no que he echado de menos ese algo que me atrapa tanto en ella convirtiendo esta novela en algo que se puede leer una tarde pero sin muchas pretensiones. Un libro entretenido.
Esta vez nos encontramos con tres amigas españolas que residen en Londres; Montse, Julia y Juana. Mientras que Montse y Julia son de edades más parecidas, Julia se aleja algo más, 40 años y casada con su Pepe. Las tres se embarcarán en una historia que irá más allá de las barreras del tiempo y del espacio gracias a un viaje que le ha tocado a Julia a Edimburgo. Allí podrán hacer turismo por la ciudad y por el castillo de Elcho con el que Montse ha soñado desde pequeña. Una vez allí, se encontrarán con Erika, La Escocesa, una bruja que Montse conoce desde que era niña y le hará pedir tres deseos ante su bola de cristal. Tres deseos que se cumplirán y que las llevarán al siglo XVII en el que encontrarán lo que allí iban a buscar; conocer al hombre de sus sueños y posiblemente encontrar el amor.
¿Pero qué pasará si las chicas se enamoran de verdad sabiendo que todo eso acabará en tres meses? ¿Cómo vivir en el siglo XXI cuando sabes que el hombre de tu vida está en el pasado?
- Lo sé, princesa.pero estás en Escocia, tierra de leyendas, y aquí lo imposible puede hacerse realidad -susurró la mujer, al tiempo que fijaba la vista en el colgante.- Venga mujer, no seas siesa -recriminó Julia-. Pide una buena aventura para las tres. Algo impensable.- ¿Aventura impensable, con hombres, lujuria y desenfreno? -repitió Montse, sarcástica, y aquellas asintieron.- ¿Puedo pedir un deseo colectivo? -preguntó la joven, dejándose llevar por las tonterías que decían sus amigas. - Sí -sonrió aquella-. Nunca se sabe lo que se puede cumplir.Un trueno hizo retumbar el suelo y Montse se sorprendió a sí misma cerrando los ojos y diciendo. - Deseo conocer al hombre que aparece en mis sueños.- Mmmmm ¡Qué romántico! ¿Puedes pedir otro hombre para mí? - sonrió Juana divertida.- ¡Vale! Incluyo un hombre para Juana en el lote. -Se rió al decir aquello.- ¿Tu segundo deseo? -preguntó la gitana de ojos brillantes, mientras la lluvia golpeaba el exterior de la caravana. - Que esa aventura dure tres meses y esté acompañada por mis dos amigas.- Oh, sí, ¡qué maravilla! -jaleó Julia la propuesta.- ¿Y tu tercer deseo? -volvió a preguntar la gitana. Pero cuando Montse fue a responder, se escuchó un ruido infernal y la luz se apagó.
Montse será la que lleve la voz cantante en el libro, una protagonista de armas tomar que no le gusta que ningún hombre le ordenen nada y aún menos que le diga lo que debe hacer. Así que una vez transportada al siglo XVII todo ese carácter va a ser un problema cuando se enfrente a Declan, el duque del castillo y al que le gusta dar órdenes más que otra cosa. Además de ser una mujer independiente, toda una chica del siglo XXI, encontraremos que su carácter es un poco testarudo y que no permitirá que se metan ni con ella, ni con sus amigas. Declan, como os he dicho es el duque del castillo, todo un highlander hosco, terco y de muy mal carácter sobre el que pesa una maldición la cual le hizo perder a su difunta mujer y avinagrarle ese humor. Pero cuando aparece Montse las cosas empiezan a cambiar poco a poco y veremos la otra cara de la moneda, otro Declan que nos atrapará y nos hará suspirar con esas camisas medio abiertas y esa dulzura que llevaba escondida. Juana será una canaria de lo más locuela que será la que alegre el libro con sus ideas junto con Montse. Además, una mujer enamorada que vivirá uno de los mejores momentos de su vida. Julia en cambio, va a ser la más centrada del grupo y la que las haga entrar en razón cuando vea que las cosas se van de madre, es la que le parará los pies a las dos mujeres cegadas por amor y la que vivirá una tortura durante los tres meses en un siglo muy lejano sin encontrarse junto a su Pepe.Maud será la hija de Declan, una niña que desde la muerte de su madre ha sentido un gran respeto por su padre al verse separada de su vida y que él no le ha mostrado el cariño que necesita. Sufrirá las consecuencias de la maldición pero entonces aparecerá Montse para darle apoyo y en la que se verá reflejada cuando ella era una niña que iba de feria en feria. Además de los personajes nombrados, encontramos a otros tanto que conducirán la novela y se les cogerá también cierto cariño. Encontraremos ese punto en el que villano o villanos que Megan crea no son todos tan malos como nos hace ver de un principio.
Lo bueno que tiene Te esperaré toda mi vida y como una moraleja final es que Megan Maxwell nos hace creer que los deseos pueden cumplirse por muy extraños e imposibles que parezcan, si le ponemos empeño todo puede lograrse, además de que el hombre con el que siempre has soñado puede conseguirse.