Te espero.
Te espero aquí en el mismo sitio,
en el mismo plano de las manecillas,
en la misma sección de vida nuestra.
Aquí, en el indudable filo del hastió.
Te espero entre las notas de un tango,
con las manos dispuestas para asirte
y los labios listos para susurrarte.
Aquí, sin más palabras que un te amo.
Llevaré en la mente un beso en cada giro,
una caricia al bailarnos tan pegados,
un suspiro en la aparente lejanía,
una gran sonrisa dibujada en cada paso.
Te esperaré gustoso como siempre,
inundado de pasiones para regalarte
y un pedazo de cielo tan amado.
Sí, te esperaré aquí por siempre.
-Te espero-