El paso de los años tiene un efecto muy curioso en la psique del ser humano.
De niños y adolescentes lo que queremos es crecer. Miramos hacia el futuro y pensamos “Cuando sea mayor quiero ser… cuando sea adulto haré…”
Durante la década de los 20 asumes que ya has crecido y además te encuentras bien, con vitalidad a tope y con ganas de comerte el mundo.
A partir de los 30 te vas calmando, ya eres un adulto “hecho y derecho”, y pones tus ilusiones en metas más estables (trabajo, pareja, casa propia…)
Pero ¿qué pasa a partir de entonces?, ¿qué ocurre con ese vigor juvenil y esa energía incombustible? Pues lo que pasa, queridos amigos, es nada más y nada menos que EL TIEMPO. Y a veces viene de sorpresa: un día te miras al espejo y descubres que tu reflejo ya no es el de un yogurín. Otras veces, no queremos admitir que ya tenemos una edad y nos aferramos al síndrome de Peter Pan como Gollum a su preciado anillo…
… Mi Te-so-roooo…
Pero no os preocupéis, si no sabéis aún que estáis en ESA ETAPA (la de “te estás haciendo viejo”) aquí os dejo 20 pistas que os orientarán hacia la cruda realidad.
Pista 1: cuando te sientas en el sofá de tu casa y no puedes evitar acompañar tu movimiento de flexión de rodillas con un “Aaagrrr…” (sonido gutural; mezcla de quejido y susurro)
Pista 2: cuando te subes en una atracción del Terra Mítica y la primera imagen que te viene a la cabeza es ésta
Pista 3: cuando te enteras de un suceso y se oye una voz (que casualmente es la tuya) que dice “mmm… esto en mis tiempos no pasaba”.
Pista 4: cuando vas a entrar en el autobús y oyes “Deja pasar a la señora” (y por supuesto, la señora eres tú)
Pista 5: cuando te percatas de que le doblas la edad a todo profesional con el que te topas; desde el guardia civil que te pone la multa, hasta el abogado que te la quita.
Pista 6: cuando no te queda otro remedio (si quieres seguir vivo a la mañana siguiente) de renunciar a la última copa de la noche y cambiarla por un delicioso cóctel de ibuprofeno y paracetamol.
Pista 7: cuando un día te despiertas y la idea de hacerte un plan de pensiones se ha insertado en tu cerebro como Leonardo Di Caprio en la película “Origen”.
Pista 8: cuando sientes la necesidad imperiosa de cambiar tus tacones de aguja de 8 cm por unas comodísimas (aunque menos monas) zapatillas de suela de goma.
Pista 9: cuando miras hacia abajo y te pasa como a la del anuncio de Aerored “Esta no es mi barriga”.
Pista 10: cuando vas al dentista y en lugar de curarte una caries te casca un implante.
Pista 11: cuando entras a un bar y te sales a los 5 minutos porque la música está “demasiado” alta.
Pista 12: cuando mencionas a Espinete y el niño que tienes delante pregunta “¿Quién es ese?”
DÍAS FATÍDICOS
Pista 13: cuando sacas la basura en zapatillas de estar por casa y no te da ninguna vergüenza.
Pista 14: cuando intentas mirar hacia la izquierda y tu cuerpo gira sobre sí mismo al estilo Robocop.
Pista 15: cuando oyes las noticias en el telediario y te enteras de lo que hablan.
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Pista 16: cuando escondes sin escrúpulos que mañana es tu cumpleaños.
Pista 17: cuando el carnicero te llama “de usted” y en vez de pensar que es muy educado te cagas en la madre que lo parió.
Pista 18: cuando hueles una copa de vino tinto, la remueves antes de bebértela y levantas el meñique por encima de los demás dedos (a más altura, más viejuno).
Pista 19: cuando brotan de tu boca por primera vez estas palabras “Cariño ¿por qué no nos quedamos en casa a ver una peli el sábado por la noche?”
Pista 20: cuando ves fotos del facebook de “Yo fui a EGB” y dices con orgullo “¡¡Lo tengo!!”.
Estas son las 20 pistas que te revelarán la GRAN VERDAD: te estás haciendo viejo. Si os habéis sentido identificados y queréis añadir más a la lista, os invitamos a que las compartáis con nosotros a través de vuestros comentarios.
¡Os esperamos!