
Aquí me pongo a escribir, con la tinta de la tarde, escondido sin gloria, tras mi piel de noviembre.Aquí, sin ti, soy ese bote, solitario, olvidado, atrapado al ocaso, en su isla silente.Y aquí sin tus brazos, soy tan pequeño, como el grito de un átomo, extraviándose, a solas, en los huecos profundos del universo.Soy igual a cualquiera desde que tas ido.Si no siento tu pecho, soy como un beduino sin agua y sin fuego.Este mar incesante de desierto y silencio arrastra y revive un millón de recuerdos. De repente la lluvia, araña furiosa, los cristales opacos, de mi vieja ventana.Y descubro que mi alma: te piensa, insaciable, te piensa. El pasto del patio es una alfombra repleta de agónicas perlas.Ha vuelto a invernar, indolente y terco, el frío en mi almohada y lloran las rosas y hablan las piedras…Alejaste tus pasos, tus brazos, tu piel, como aleja el viento las hojas de los árboles.Ya no suelta tu voz: un pequeño susurro, un corto suspiro. Ya no veo tus labios tercos acercándose.Cómo amaba al ocaso, esconderte en mis brazosy olvidarme de todo, en la flor de tu pelo. Te extraño.Versos ineditos. Versos romanticos. Versos de amor.
