Lo bueno de tener un blog es que de vez en cuando te escriben grupos y te envían su música. El intercambio nunca suele ir más allá: nueva música a cambio de un poco de promo y listos. Pero siempre hay excepciones.
Semanas después de haber publicado la entrevista a Killimanjaro, Luis – uno de sus componentes y responsable del sello Noir et Blanc) me preguntó si podría escribir algo por aquí. ¡Y yo encantada de tener un corresponsal en Portugal! Y así nace “Te llamaré hermano”, una serie de artículos dedicados a la música que hacen nuestros vecinos. Espero que seja do vosso agrado!
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por Luis Masquete.
“La ocasión hace al ladrón”… no hay mejor refrán popular para describir mi primer contacto con Cabeza de Gallo. Un día andaba navegando por la blogosfera española en busca de promoción para los psych-rockers Solar Corona, cuando me detuve aquí por casualidad.
Quizás por la terminología animal-masoquista, quizás por la diversidad de contenidos, mi atención estaba más que asegurada.
Terminaba la secundaria cuando descubrí el volcán creativo que es Galicia (y Triángulo de Amor Bizarro ya se hacían escuchar). Más tarde, me acabé enamorando del metal espiritual de Orthodox, de la vivacidad de unos melómanos llamados Unicornibot, antes de retorcerme con “Frozen Galaxies”, un increíble viaje neo-espacial conducido por Pyramidal y de caerme de culo con los catalanes Za!.
Desde que empecé a escuchar música (como quién aprende a conjugar verbos), España siempre estuve presente en formato mp3, dándome a conocer varios proyectos y artistas con ganas de recrear sonidos y compartir ruidos… y como 2014 está siendo un año de gran revival en Portugal, voy a presentaros algunos de sus tesoros más escondidos, ofreciendo a estos Gallos un pico portugués.
Filho da Mãe
Folk/World (Lisboa)
Como primera recomendación, me veo forzado a imponer mi encanto por uno de los proyectos más artísticamente empancipados que uno puede encontrar. Ya conocíamos la destreza de Rui Carvalho en palco gracias a sus anteriores grupos como If Lucy Fell. Quizás por eso me resultó más increíble cuando el músico lisboeta entró por primera vez en el estudio acompañado únicamente por una guitarra. Estábamos en 2011, y de tan preciosa devoción surgía “Palácio”, su primer trabajo como Filho da Mãe, y la nomenclatura perfecta para un disco que podría consagrar a un príncipe barroco: por cada desplumada densa, un toque feudal te transporta para un estado de intensa hipnosis.
Aunque singular, el brillo melódico inculcado en sus cuerdas volvería a encantar dos años más tarde con la llegada de su segundo LP “Cabeça” (2013), endurecido y tallado para lograr perfección. Doce temas para escuchar hasta sus contornos, con pasajes monumentales de una guitarra digna de ser escuchada por el maestro Carlos Paredes. Con él, Rui Carvalho no sólo comparte una magnífica experiencia al manejar el instrumento, sino también la capacidad de transmitir con sus temas aquella especial ternura, una vez bautizada como Fado.