por Luis Masquete.
Electrónica/Drone (Oporto)
Cuando piensas escribir sobre algo que no sabes caracterizar, giras a la derecha y sigues adelante… pero cuando aceptas el reto, es porque sabes que vale por cada palabra mal tecleada.
Con evidentes lagunas de vocabulario, es con relativa facilidad que encontré ATILLLA referenciado por entidades más competentes que yo y en las que destacan términos como “darkwave” o “witch house” (!que guay!), sustentando mi teoría sobre el hecho de que me faltan términos técnicos: increíble trabajo de teclas firmado por una sombra visionaria.
Cuatro EP’s relatan un cuento de terror nacido en 2012, cuando “I” nos presenta una faceta ya por sí difícil de engullir, aunque toda la densidad fluida desde el synth ayude a una rápida digestión. Dos años hicieron falta para iluminar un trayecto oscuro que culminaría con “IV”: manteniendo una numeración para cada pista como quien intenta decir algo por capítulos, nos llega con un viaje más intenso y duradero alcanzando un nivel asombroso de composición que nos absorbe para su trascendente relleno de ogros y bestias.
Cerca de media hora fue suficiente para catapultar un trabajo editado en cassette (via Bisnaga Records), y verse equiparado a leyendas del género como Salem o Borzum con su brillante capacidad de crear densos universos cargados de black metal, sin perder la fluidez que nos hace disfrutar desde su magnífica introducción.
ATILLLA, una sombra que tarde o temprano deberá ver la luz del día.